El bondage es una de las prácticas sexuales alternativas que más llama la atención de aquellos que quieren entrarle a cosas nuevas y emocionantes, es una de las primeras cosas que las personas intentan cuando quieren ponerse Kinkys. Así que el día de hoy queremos compartirte 6 posiciones sexuales ideales para practicar el bondage, desde la más sencilla por si están empezando, hasta unas de nivel más avanzado.
Quizá una de las más conocidas y sencillas, pues solo necesitas tener una cabecera y pies de cama para que puedas atar a tu pareja como estrella de mar, cada extremidad a un extremo de la cama. En esta posición puede ir el hombre o la mujer sin ningún problema; además puedes poner a tu pareja boca abajo o boca arriba, como más se te antoje. Quien es amarrado está completamente vulnerable, lo cual resulta muy excitante.
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Con un nivel también bajo de dificultad, esta posición es muy polifacética, ya que te ofrece muchas opciones y variantes. Si quieren que haya penetración es más recomendable que quien esté atado sea el hombre, si solo quieren jugar y erotizar, puede ser también la mujer; lo mejor de todo es que pueden elegir qué tanto restringir los movimientos de la pareja: puedes atar solo manos y pies o también atar torso, cuello y amordazar.
Aquí sube un nivel de dificultad, pues la persona atada debe de tener un buen nivel de flexibilidad en las piernas para evitar que se torne muy molesta y dolorosa. Por supuesto, puede ser el hombre el atado, pero generalmente es la mujer, pues es una postura sumamente excitante para el hombre a nivel visual: tiene el trasero de su mujer completamente a su disposición y el hecho de que ella no pueda moverse aumenta el nivel de excitación.
¿La flexibilidad no es problema para ti? Entonces esta posición es para ti. Como verás, se trata de unir los tobillos y las muñecas para restringir su movimiento; en las sex-shops encontrarás accesorios para separar los pies que te ayudarán a realizarla. Igual que la anterior, es una postura ideal para que la mujer sea atada; sus manos pueden ir por fuera o por dentro de sus muslos, esto dará sensaciones diferentes a la hora de la penetración.
Es muy parecida a la empinada, solo que aquí la persona atada se encuentra recostada. Para hacerla, necesitas dos esposas, pues tienes que atar las piernas de tu pareja a sus manos. Si no tienes esposas, puedes simplemente atar sus piernas a la cabecera; ya ahí, te sugerimos una sesión de spanking para que se excite sin poder hacer nada al respecto, estará sometido(a) a tus deseos y a tus acciones.
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Esta es la más complicada de todas, pues requiere que realmente sepas atar a tu pareja para que quede completamente inmovilizada. Recomendamos que la atada sea la mujer porque, aunque esta posición no facilita la penetración tradicional, es maravillosa para estimular con las manos o con Love Toys; esta es la postura ideal si ya estás más avanzado en los juegos de dominación y realmente te gusta sentirte completamente dominado(a) o dominante.
Finalmente, te recordamos que toda práctica dentro del espectro BDSM requiere mucha comunicación y debe hacerse con cuidado, así que no olvides las reglas básicas: palabra o frase de seguridad, confianza absoluta con tu pareja y accesorios adecuados para la práctica. Una vez que estén en completa seguridad, entonces sí dense vuelo y vayan probando todas estas posiciones hasta encontrar su(s) favorita(s).
¡Hazte Kinky!
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