Empieza por lo básico, a conectarse como seres eróticos, no sólo sexuales. Rompe con la idea de que el sexo es sólo un constante entra y sale de un pene en una vagina. Convierte todo el cuerpo en un órgano sexual.
¿Cómo? Bueno, para empezar hay que rediseñar las dinámicas sexuales(Intenta algo más que sólo sexo). Cosa que requiere creatividad y disposición. ¿Por qué quieren todo digerido? Hay que esforzarse.
El propósito es comenzar un juego donde la primera regla es decir, hacer y estimular algo distinto al típico encuentro al que ya están acostumbrados. Es decir, si normalmente se acomodan en cierto lugar, hay que evitarlo, si comienzan por besarse en la boca, comenzar por besos en otra zona e ir redireccionando los estímulos a ‘bases’ poco exploradas. Pies, cabeza, dedos, testículos, ¿qué es lo que nunca tocan? O claro, no se dejan tocar porque ‘está feo’, ‘ahí tengo celu’, ‘ahí me da cosquillas’, ‘déjame ahí’. Gran punto, donde surgen las cosquillas hay mucha sensibilidad potencial y lista para explorarse. Basta con respirar y dejar que aflore la sensitividad, si de plano no hay sensación placentera, no pasa nada, a cambiar de zona.
Después denle un cambio a la postura, pero no a la postura sexual, sino a cómo acomodan su cuerpos para recibir estímulos. A veces, dense cuenta, estamos tan incómodos en el momento de los preliminares, que en el momento más pleno, disminuye el porcentaje de disfrute.
Elige un lugar cómodo para ambos, donde todo el cuerpo quede accesible para el encuentro y sea fácil besarse. Por ejemplo, si eliges el piso, trata al menos de poner la chamarra para no sentir frío, o un cojín, para apoyar la cabeza. Pueden recargarse en cualquier pared, un poco inclinada ayuda, para iniciar la sesión de besos y caricias por todo el cuerpo. Otra opción es sentarse ‘de chinito’ o flor de loto, esta apertura relaja los músculos de la entrepierna, y permite gran acceso visual y manual, incluso oral. Echen un poco hacia atrás sus hombros para estirar y relajar sus cervicales. Cuando el estímulo llegue, es decir, su pareja toque o acaricie sus genitales, aprieten un poco las nalgas lo cual elevará un poco la pelvis. Esto promueve la ingurgitación (que se llene de sangre) del clítoris o pene, y así la sensibilidad aumente. Suele provocar mayor intensidad en el orgasmo. Este es un simple ejemplo, la cosa es seducirse de manera integral, donde nunca lo imaginaron.
Puedes hacer círculos con la lengua en las uñas de las manos o pies de tu pareja y convertirla en un órgano sexual. Órgano sexual no implica únicamente ‘zona reproductiva’ (por eso es pésimo el término de’ órganos reproductores’, no están ahí nada más para generar reproducción de la especie humana). Órgano sexual es toda parte del cuerpo que genere erotismo y placer. Así que tienes todito el cuerpo para convertirlo en ‘zona sexual’. ¿Qué más se te ocurre? Rozar sus rodillas, besar la nuca, unir sus espaldas y dejarse acariciar por la piel del otro. Inventa seduciendo. Atrévete a vivir todo su cuerpo.