Seguramente has dado y recibido un beso, ya sea de esos que te daba tu mamá en la mejilla antes de salir de casa o de aquellos apasionados que hasta llevan una suave – pero bien candente- mordida de labios, pero ¿te has puesto a pensar en todo lo que interviene física y emocionalmente este gesto? La filematología es la ciencia que da respuesta a estas preguntas y muchas otras más referentes al acto de besar.
Los hombres pueden despertar el deseo sexual de su pareja mediante un beso, debido a la fuerte carga de testosterona que hay en su saliva.
De acuerdo con la asociación organización británica Relate en los besos participan todas las hormonas de la pasión:
Besar reduce el estrés por la generación de oxitocina la cual disminuye considerablemente la tensión de la sangre e inclusive las palpitaciones del corazón
Se queman aproximadamente 3 calorías en un beso con duración aproximada de 1 minuto.
El besar implica cinco nervios craneales, los cuales son: olfatorio, hipogloso (para dar movimiento a la lengua), glasofaringeo (contribuye al sentido del gusto y a la sensibilidad de la garganta), nervio facial (ayuda en la expresión de la cara y al sentido del gusto), trigémino (aporta sensaciones faciales y movimiento mandibular). ¿ y eso qué? bueno, estos nervios hacen un trabajo de “choque”, pues debido a que los labios faciales son de las partes más sensibles del cuerpo, ayudan a expresar todos los sentimientos, de lo contrario sería simplemente un roce sin sentido.
En resumen, los sentidos del gusto, olfato y del tacto producen una reacción química -y por tanto emocional- entre los involucrados modificando directamente el estado mental entre ambos además de ayudar a evaluar si estamos besando a la persona idónea.
Atrévete a explorar tu sexualidad mediante todas las formas posibles, disfruta y descubre con quien quieras todas las sensaciones que recorren tu cuerpo mediante un beso y todo lo que conlleva.
¡Hazte Kinky!