Cuando pensamos en relaciones serias a largo plazo, tendemos a pensar en un recorrido casi casi preestablecido que es el que la sociedad nos ha dicho que “debemos” seguir: sales por un cierto tiempo con alguien y eventualmente se casarán y se mudarán a vivir juntos, aunque estos dos últimos se han invertido en orden en los últimos tiempos. Pero, ¿y si no tuviera que ser forzosamente así? ¿Y si los caminos fueran tan diversos como diversas son las parejas?
¿Habías oído hablar de este término? LAT significa Living Apart Together, lo cual podríamos traducir más o menos como “viviendo separados, pero estando juntos”. Así que las parejas LAT son aquellas que han decidido por convicción estar juntas como pareja pero no vivir juntas en la misma casa. No es que no puedan vivir juntos, sino que deciden no hacerlo porque consideran que es lo mejor para ellos.
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Así es, cada vez más parejas eligen este modelo en el que se mantienen viviendo cada quien en su propio hogar, pero están en una relación seria, comprometida y, a menudo exclusiva. Aunque de inicio a muchos les puede sonar extraño, el día de hoy te queremos platicar las ventajas de este modelo no tradicional de pareja y compartirte por qué a tantas personas les ha funcionado tan bien.
Las parejas eligen este arreglo por distintos motivos que, generalmente, se relacionan con la edad de los involucrados. Actualmente, la mayoría de las personas que eligen esta forma de vivir en pareja tienen 50 años o más; en este rango de edad, casi todos suelen hacerlo porque ya han vivido con parejas anteriormente y están convencidas de que prefieren que cada quien tenga su espacio y mantener su independencia.
Ahora bien, muchas parejas casadas han optado por transitar a un acuerdo LAT para salvar sus matrimonios, ya sea que lo vean como una solución a largo plazo o simplemente para superar un período difícil o como una forma de mantener vivo el romance; también pueden hacerlo (aunque en menor medida) para tener espacios personales y así poder explorar sus propias identidades e intereses fuera de la relación.
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Aunque aún no hay demasiados estudios al respecto, de acuerdo a algunos psicólogos que han investigado el fenómeno, las relaciones LAT pueden propiciar un equilibrio entre independencia y compromiso emocional; es decir, permiten que cada miembro de la pareja mantenga su individualidad, sus espacios físicos y mentales y sus actividades personales, al tiempo que saben que hay un compromiso con el otro y una búsqueda del bienestar mutuo.
Además, vivir separados puede hacer que sea más fácil encontrar espacio para “respirar” en una relación y, según la psicoterapeuta Lucy Beresfor, los escenarios LAT son también muy saludables ya que son mucho más realistas y derriban el mito tradicional de cuento de hadas en el que el amor “debe” durar para siempre y la pareja “debe” vivir feliz por siempre bajo un mismo techo. ¿Tú qué opinas? ¿Sería algo que podrías hacer?
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