El sexo es tan íntimo y profundo que puede despertar diferentes sentimientos, así que si alguna vez has llorado durante o después del sexo, tienes que saber que es perfectamente normal y no quiere decir que estés deprimida o algo ande mal. Pueden ser lágrimas de alegría, de alivio, de melancolía o puede ser una reacción puramente física. Hoy te explicaremos todo acerca de esta reacción muy común en las mujeres.
Según Antoine Spath, psicólogo y sexólogo, las lágrimas post-sexo nacen de múltiples causas. El especialista especifica que uno de los motivos más comunes es simplemente el soltar: “Si una mujer se siente bien, completamente relajada, puede llorar de alegría después del sexo, como si acabara de escuchar una buena noticia”. A continuación te presentamos las causas más importantes por las que esto sucede.
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Como bien sabes, no siempre se llora de tristeza y , de hecho, esta es una circunstancia en que fácilmente puedes experimentar las lágrimas de felicidad, como en una boda o el nacimiento de un hijo. Quizás estás locamente enamorada, o quizá sientes que tuviste el mejor sexo de tu vida; si no has tenido relaciones sexuales en mucho tiempo o era algo que habías estado deseando fuertemente, esta reacción pueden ser aún más intensa.
¿Tuviste uno de los mejores orgasmos de tu vida? ¿Fue tu primera experiencia con orgasmos múltiples? Bueno, pues tanto placer sexual físico definitivamente puede abrumar y hacerte llorar, como una especie de continuación del orgasmo, pero emocional. Además, en momentos como estos tu cuerpo quisiera eternizar el instante y, como sabe que no es posible, libera esa mini frustración con las lágrimas.
Las cifras más confiables sugieren que entre el 30 y el 50 por ciento de las mujeres han experimentado alguna vez el llanto post-coito y, en muchos casos se debe únicamente a cambios hormonales que ocurren durante las relaciones sexuales. La liberación de neurotransmisores puede generar una sensación muy parecida a la euforia y esto provoca emociones tan intensas que el llanto se vuelve una reacción 100% física.
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Efectivamente, el sexo destaca los sentimientos que tienes por tu pareja, nos recuerda cuánto nos amamos. En ese momento, de pronto te puedes dar cuenta de los vínculos tan fuertes que los unen y la pareja se siente en una especie de simbiosis, de verdadera unión. Aquí, las lágrimas son, por tanto, el resultado de una intensa comunión en la que tu mente y corazón resienten el apego y desearían que esto nunca se acabara.
Como ocurre con la danza, sentir tu cuerpo es sentirte viva y hacerte consciente de la maravilla que es el cuerpo humano. El sexo te hace sumamente consciente de tu cuerpo, por lo tanto las lágrimas pueden ser las palabras de un cuerpo que agradece sus muchas posibilidades de placer o, por otro lado, pueden ser también las palabras de un cuerpo que guarda ciertos traumas y no encuentra otra forma de expresarse.
¡Dale sentido a tus sentidos!
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