De un tiempo para acá, cada vez se habla más del orgasmo femenino, pero solo Let’s Kinky te habla del tema desde tu perspectiva y pensando en ti; porque lo de menos es saber datos curiosos o estadísticas, lo realmente importante para nosotros es que aprendas a conocerte, que descubras los muchos caminos que puedes tomar para explorar tu placer y, claro, que reconozcas y disfrutes tu propio orgasmo.
Un orgasmo es un pico sensorial de intenso placer que genera contracciones involuntarias y rítmicas de la musculatura pélvica y que resulta en una sensación muy potente de bienestar y satisfacción; en otras palabras, es el momento de mayor placer sexual. ¿Pero sabes qué es lo mejor? Que como mujer, tienes la capacidad de alcanzar esa cima sensorial no una ni dos, sino varias veces seguidas.
Así es, eso que acabamos de definir es lo que comúnmente se le conoce como multiorgasmo y, aunque exista por ahí el mito urbano de que algunos hombres pueden experimentarlo, la realidad médica y biológica respalda el hecho de que únicamente las mujeres tienen esta capacidad de tener varios orgasmos consecutivamente. Así que, si tu cuerpo tiene esa capacidad innata ¿por qué desperdiciarla, no crees?
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Pero, como en muchas cosas en la vida, también en este caso la teoría solo sirve si la complementamos con la práctica; o sea, queremos ya contarte cómo irte aproximando al maravilloso mundo del orgasmo femenino. Y para gozar de todo su potencial, hay que practicar tres conceptos básicos que tienen que ver contigo, no con tu pareja, se trata de: autoestima, autoconocimiento y autoerotismo.
Habrás notado que las tres palabras empiezan con “auto”, que quiere decir “uno mismo”, y es que en realidad esa es la clave de todo, porque así como hay que amarse a uno mismo para poder amar a otros, asimismo hay que poder reconocer el placer y gozar uno mismo para después poder hacerlo plenamente con alguien más. Así que hagamos un breve recorrido práctico por la importancia de estas tres palabritas.
La autoestima es esencial, pues muchas mujeres se ven consumidas por sus inseguridades y esto les impide gozar. ¿Cómo vas a dejarte ir y disfrutar si tu mente está ocupada pensando que tienes lonjita o que a lo mejor te ve las estrías? ¡Es imposible! En esos momentos no debes estar pensando nada, solo sintiendo, eso significa abandonarse al placer; y para poder hacerlo, es importantísimo que aprendas a aceptar y querer tu cuerpo tal como es. ¡Tu piel nunca será imperfecta, siempre debe ser sinónimo de placer!
En este momento aún no hablamos específicamente de un conocimiento erótico (aunque llegaremos a ello), sino de un conocimiento de ti como persona: ¿quién eres, de dónde vienes, cómo te educaron respecto al sexo y al placer, qué tanto sabes de tu anatomía genital, sabes identificar tus necesidades y hacerlas válidas, sabes decir que no y negarte a lo que te incomoda? Estas son algunas preguntas que te ayudarán a conocerte mejor y a entender mejor algunas de tus actitudes y/o bloqueos respecto al placer.
Y, finalmente, por supuesto, el autoerotismo. La masturbación, a pesar de que ha sido un tanto “secreta” o tabú para las mujeres, es la práctica que de forma más directa te ayudará a conocerte sexualmente y a volverte maestra de tu propio orgasmo. Existen muchas técnicas de masturbación, pero lo más importante a tener en cuenta cuando empieces a explorar tu cuerpo es: crea tu propio mapa del placer, identifica tus fantasías y reconoce la importancia de todos tus sentidos.
Crear tu mapa del placer es fundamental, ya que cada mujer es diferente y tiene distintas sensibilidades; por eso, mediante la masturbación, ve identificando tus zonas erógenas (más allá de las clásicas) favoritas, conoce tus genitales, explora diferentes maneras de estimular tu clítoris, prueba con distintos juguetes sexuales… todo con la intención de tener clarísimo qué te gusta, cómo y en dónde.
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También es muy importante que identifiques y aceptes tus fantasías sexuales. Ninguna fantasía es mala (por eso se llaman fantasías, solo están en la mente), así que no las niegues y, por el contrario, úsalas para autoerotizarte o para explorar con tu pareja. Por supuesto, no olvides que alcanzar el orgasmo está íntimamente conectado con la estimulación de TODOS tus sentidos: el olfato, la vista, el tacto, el oído, el gusto y, el más importante de todos, la imaginación.
Como conclusión, ya te podrás haber dado cuenta de que el orgasmo es, efectivamente, de quien lo trabaja, pues no basta con “sobar” el clítoris por un minuto seguido para conseguirlo. Ya sea que estés sola o con tu pareja, tienes que trabajar contigo para fomentar la sensualidad y el erotismo, hay que generar un ambiente, propiciar el foreplay y las caricias, aceptarte en tu propia piel, conocer qué estímulos eróticos te funcionan mejor, cuidarte y quererte con todo lo que esto implica (comer bien, hacer ejercicio y dormir bien), estimular todo el tiempo tus sentidos y, por supuesto, ¡informarte siempre en Let’s Kinky!
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