Ya sea que apenas estés teniendo tus primeras experiencias lésbicas o que ya lleves años en estas maravillosas andanzas, la preocupación por hacerlo bien y darle placer a tu chica siempre estará presente. Y en lo que respecta al sexo oral, más. Aunque es una de las prácticas más comunes entre sáficas, la verdad es que no siempre se hace bien y no siempre lo disfrutan (ambas) como se debería.
Así que hoy te daremos los principales y más importantes consejos para hacerle sexo oral a una mujer y que sea una experiencia exitosa y placentera para las dos. No te daremos una guía común y corriente, en plan “pon la lengua así y lame el clítoris así”; para eso existen muchísimas páginas, lo que queremos es darte consejos más dirigidos a conectar con ella al hacer el amor y a que construyas la excitación poco a poco.
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Usa la lengua no solo para lamer, sino también para expresarle cómo te sientes en ese momento. No tiene nada de malo que le digas, por ejemplo, “es la primera vez que hago esto y estoy nerviosa”, o “nunca pensé que llegaría este momento contigo”, o “me da miedo no complacerte, ayúdame a hacerlo como te guste”. Cualquier cosa que sientas, puedes decirla y ayudará a construir confianza e intimidad.
Los rollos de autoestima y autoimagen suelen estar presentes en casi todas las chicas; es una consecuencia de la sociedad patriarcal que se ha encargado de hacerles creer que su vulvas son “feas” o “sucias”. ¡No es verdad! Pero las chicas necesitan ciertos refuerzos positivos, así que dile todo el tiempo lo sexy que es y cuánto te excita. Eso la excitará muchísimo y, en consecuencia, tú también te prenderás más.
Siempre ten en cuenta que esto no se trata de una demostración de tu destreza personal, así que, de inicio, olvídate de las técnicas “super-hiper-geniales” que leíste por ahí y solo comienza a estimular lenta y suavemente toda la vulva: recorre los labios, lame el vestíbulo, haz circulitos alrededor del clítoris… no te aceleres, recuerda siempre que es mejor tener a tu chica pidiendo más a que te pida que le bajes dos rayitas.
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Usualmente es más efectiva una “técnica” convencional bien aplicada, a una técnica súper novedosa, de esas de “pon la base de tu lengua en los labios menores, mientras la punta da golpecitos en el clítoris, cuenta hasta diez y empieza a hacer medios círculos…” (¡WTF!). Por favor, olvídate de esas chorradas y evita que tu chica empiece a preguntarse “¿qué demonios está intentando hacer ahí abajo?”. Recuerda que menos es más.
Este es, quizá, el punto más importante, debido a que cada mujer es distinta y disfruta de estimulaciones diversas. Así que déjale claro desde el principio que estás totalmente abierta a la retroalimentación en el momento: “un poco a la izquierda”, “más duro”, “más suave”, “sigue haciendo eso”, etc. Esta es la única forma en que conocerás a esa chica en particular y sabrás qué le gusta y qué la lleva al paraíso.
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