Este nombre tan romántico suena a todo menos a posición sexual ¿no crees? Podría ser una pintura, el nombre de una loción o de una película, pero ¿postura para tener sexo? Bueno, pues hoy te la presentaremos y entenderás que ese nombre se relaciona con lo íntimo y romántico de la postura, es como si tu pareja y tú hicieran el amor en un jardín fresco perfumado con el olor de sus propios cuerpos y alientos.
Se trata de una posición en la que ambos están acostados y se encuentran de frente, para estar tan cerca como sea posible, es de esas posiciones que haces cuando te dan ganas de fusionarte con tu amado(a). Aunque pareciera que ambos están de lado, en realidad él está ligeramente arriba de ella, como ostentando ligeramente más control, y para poderla abrazar y apretar a su gusto.
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Es muy fácil llegar a esta posición sexual cuando están acurrucados y empiezan a besarse y las cosas se empiezan a calentar. Basta con que él la tome y la jale ligeramente hacia abajo de su cuerpo para que la envuelva con brazos y piernas. Ella, por su parte, recibe a su pareja y envuelve sus piernas alrededor de las suyas; luego separa los muslos ligeramente para facilitar la penetración.
Hay muchas razones para que la ames: primero, no es difícil, la puede hacer quien sea, en cualquier circunstancia; incluso te la recomendamos si alguno de los dos trae alguna lesión o dolor corporal, ya que es suave y no implica esfuerzos intensos. Segundo, es súper íntima y sensual, realmente te acercará a tu pareja y los hará sentir más cercanos (en todos los sentidos) que nunca.
Tres, no solo funciona para hacer el amor, también es una excelente posición para el foreplay o, simplemente, para cuando no traen ganas de coger sino únicamente de acariciarse, besarse y apapacharse. Y por último, amarán las sensaciones de sus cuerpos deslizándose uno sobre el otro; además, el orgasmo es muy intenso para ella, pues en esta postura él puede rozar el clítoris con mucha facilidad y constancia.
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Como siempre, te daremos algunos consejos Kinky para que le pongan más sal y pimienta a esta posición sexual y la puedan realizar en varias ocasiones sin que se sienta repetitivo. Nuestro primer tip es un poquito BDSM, se trata de los rasguños, que pueden ser tremendamente sexys y pasionales (sin lastimar al otro, claro); y esta postura es perfecta para que ambos arañen un poco la espalda del otro en los momentos climáticos.
También te aconsejamos que experimentes con el sentido del oído. Como están tan cerca y sus rostros se encuentran a centímetros de distancia, es perfecto para que jueguen con los sonidos: desde respirar suavemente en el oído de tu pareja o susurrarle cosas sexies hasta probar el Dirty Talking suavecito y bajito, lo cual puede volver inolvidable esta sesión sexual.
¡Hazte Kinky!
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