Hablar de diversidad es considerar una amplia gama de conceptos -como la palabra por si misma infiere-. Puede que alguien te guste, pero no quieras intimidad con esa persona. O viceversa, que te guste el contacto físico con esa persona, pero no te enamorarías de ella. Te puede atraer alguien de tu mismo sexo; sin embargo, no considerarte homosexual o lesbiana.
La diversidad sexual nos habla de la pluralidad que encontramos en todas las personas relacionadas con el deseo de relacionarse erótica y sexualmente. La diversidad y el respeto son valores que en los últimos años han sido reconocidos como resultado de la necesidad de una mejor comprensión de las relaciones entre las personas y los grupos.
Encontramos una diversidad infinita de tal manera que las distintas personas nombran de diferente manera sus propias identidades:
Travestí: quien modifica su expresión de género (ropa, accesorios, etc.) por ratos, pero que vive el resto de su vida con su sexo y género. No busca cambiar de género ni de sexo. Puede ser hombre o mujer así como heterosexual, bisexual u homosexual.
Transgenérica: aquella que modifica permanentemente su expresión de género (Hombre a Mujer o Mujer a Hombre), vive y se relaciona con la sociedad desde su género adoptado con nombre e identidad. Puede o no modificar su cuerpo con el uso de hormonas, aceites o cirugías, pueden ser homosexuales, bisexuales o heterosexuales.
Transexual: aquella que modifica permanentemente tanto su identidad y expresión de género (nombre, vestido, forma de relacionarse con la sociedad) como su cuerpo a través del uso de hormonas, cirugías u otros. No tiene que modificar forzosamente sus órganos genitales. Las personas transexuales pueden cambiar de Hombre a Mujer o de Mujer a Hombre. También pueden ser homosexuales, bisexuales o heterosexuales.
Heterosexuales: quienes se relacionan erótica y afectivamente principalmente con personas del otro sexo.
Homosexuales: hombres que se relacionan erótica y afectivamente principalmente con otros hombres.
Lesbianas: mujeres que se relacionan erótica y afectivamente principalmente con otras mujeres.
Bisexuales: personas que se relacionan erótica y afectivamente con hombres y mujeres.
Para cualquiera que sea la relación que sostengas, es muy importante que en la práctica sexual se tengan medidas para tener sexo seguro, a continuación algunas recomendaciones:
Condón para la penetración: El condón debe usarse antes de penetrar, porque si se penetra y luego se pone el condón, ya hay riesgo de contraer alguna infección de transmisión sexual.
Sábanas de látex para la práctica de sexo oral: Las diversas parejas acostumbran practicar sexo buco genital y anal (cunnilingus, felación y annilingus), por lo tanto es importante su uso siempre ya que las infecciones de transmisión sexual se pueden transmitir con el simple contacto piel a piel o con fluidos.
Prácticas sadomasoquistas: para quienes gustan de interpretar roles de sumisión y de mandato, es importante tener una palabra de seguridad para cuando la “acción” se ponga intensa. Esto quiere decir que cada uno de los involucrados debe acordar una palabra clave que dirá cuando uno de los involucrados ya no quiera seguir.
Anticonceptivos: si no se busca un embarazo, es importante que las parejas heterosexuales acuerden el uso de la anticoncepción dual, es decir, el uso de un anticonceptivo de largo plazo como el implante hormonal o los dispositivos intrauterinos, más uno de barrera, como lo son los condones femeninos y masculino.