Hoy te daremos los mejores tips para que sepas cómo guiarlo y que logres que te haga el sexo oral de tus sueños.
El mundo del sexo es tan amplio y variado que, por más que tengas mucha experiencia, es imposible saber a ciencia cierta lo que a la otra persona le gusta o no, sobre todo cuando recién empiezas a intimar con alguien. Por eso, es muy importante que te atrevas a tomar las riendas y a guiar a tu pareja para que haga las cosas que a ti te gustan y de la forma en que a ti te gustan. Hoy te daremos algunos tips para que lo guíes para que te dé el oral de tus sueños.
Esta es la forma más natural de dar feedback: que tu cuerpo hable. De hecho es tan natural que la mayoría de las veces ni siquiera tienes que pensarlo: de forma orgánica tus gemidos son más fuertes o respiras más rápido o te contorsionas cuando te está gustando. No contengas esos impulsos de placer, y si no te está gustando tanto, no los finjas tampoco, deja que tu cuerpo sea transparente y sincero.
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Ahora bien, el feedback no verbal tiene la desventaja de que a veces puede malinterpretarse: de pronto le jalas el cabello para que NO haga algo que no te está gustando, y él piensa que se lo estás jalando porque estás encantada y sigue haciéndolo. Esto puede ocurrir fácilmente, sobre todo en parejas nuevas, por ello no hay nada como la retroalimentación verbal clara, concisa y amable.
Toma en cuenta los tres puntos clave para la retroalimentación verbal. Claridad: no solo digas “no” o “sí”, porque quizá él se quede pensando “sí ¿qué?, no ¿qué?”; di claramente: “sigue moviendo tu lengua así”, “acelera un poco”, etc. Sé concisa, no te vayas por las ramas, simplemente di qué quieres que haga o que no haga. Y, finalmente, sé amable, tampoco se trata de que le sueltes balazos tipo: “¿Qué crees que estás haciendo?”, “Eso se siente horrible”, “¿Sí sabes dónde está el clítoris?”
También se vale que asumas el rol de maestra y le enseñes cosas muy precisas. Tal cual, recuéstate, separa las piernas y muéstrela qué partes son las que te proporcionan más placer. Muéstrale el tipo de estimulación que prefieres y dónde exactamente; haz con tu dedo lo que quieres que luego él haga con su lengua. Esto, además de ser muy instructivo, lo excitará muchísimo y los pondrá a punto para el momento del cunnilingus.
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A algunas mujeres, el feedback directo e inmediato puede darles pena o puede distraerlas de su disfrute. En este caso, te sugerimos que platiques con tu pareja una vez que hayan terminado y ya estén descansando. Haz que la conversación sea relajada y divertida, dile qué momentos te encantaron, qué te gustaría que repitiera y qué cosas podrían hacer diferente la próxima vez. Nuevamente, recuerda ser siempre clara y amable.
Esta opción es muy efectiva y, además, sirve como foreplay verbal que los pondrá súper calientes. Cuando veas que empiezan a encaminarse hacia el sexo oral, detenlo y empieza a decirle, de la forma más gráfica posible, lo que quieres que te haga a continuación; por ejemplo: “quiero que pases tu lengua en círculos alrededor de mi clítoris y que luego bajes hasta la entrada de mi vagina, lentamente”. Verás que es una gran forma de guiarlo.
¡Atrévete!
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