Según el último censo del INEGI, el 16.5% de la población en México tiene algún tipo de discapacidad; esto equivale a casi 21 millones de personas que viven con alguna capacidad -física o mental- diferente. Y a pesar de que los números son tan grandes, la discapacidad sigue estando cargada de prejuicios e ideas falsas, algunas de las principales tienen que ver justamente con la vida sexual, el placer y las relaciones afectivas.
Como la discapacidad constituye, en su definición, una limitante física o mental, entonces para muchas personas esto implica que hay cosas completamente inaccesibles en este contexto. Una de esas cosas es la sexualidad; vista no solo como tabú, sino casi como una prohibición, la sociedad ve la sexualidad y la discapacidad como dos cosas incompatibles, como si las personas con discapacidad no tuvieran derecho a ella o, peor aún, como si no la desearan.
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Tristemente, las representaciones sociales de la sexualidad han invisibilizado a prácticamente todas las diversidades: solemos ver cuerpos “ideales”, bellos y sanos teniendo sexo (los medios se han encargado de perpetuar esta imagen). Esto inocula poco a poco el terrible pensamiento de que, si no cumplimos con ciertos estándares físicos, no somos merecedores de placer. Solo piensa, ¿qué tan seguido ves representados cuerpos diversos disfrutando del sexo y sintiendo placer?
Estas representaciones sociales de cuerpos “ideales” colocan a las personas con discapacidad en una situación de “anormalidad” e inferioridad, casi obligadas a inhibir toda forma de deseo. Pareciera que a la sociedad se le olvida de pronto que todos, absolutamente todos, tienen el mismo derecho a enamorarse, a formar vínculos afectivos y a ejercer su sexualidad de forma autónoma, digna y satisfactoria.
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Así pues, desde nuestra trinchera, pugnamos por que haya cada vez más espacios abiertos a la diversidad y a la diferencia, que cada día se visibilicen más otras sexualidades y otros cuerpos. En Let’s Kinky estamos convencidos de que el placer y el erotismo son para todos y que todo mundo puede experimentar un estilo de vida Kinky desde su cuerpo (único y diferente) y con sus propias capacidades y deseos.
Obviamente, no podemos tratar en una sola nota todo el abanico de las distintas discapacidades o aparentes limitaciones físicas para disfrutar del sexo, por eso, a partir de hoy te iremos presentando notas con ideas y opciones específicas para cada quien; ya hemos hablado, por ejemplo, de posiciones sexuales para personas con problemas de espalda, y así seguiremos abordando distintas condiciones que no tienen que ser, nunca, un impedimento para disfrutar de tu sexualidad.
¡Hazte Kinky!
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