La saliva es una secreción que se encuentra en la cavidad bucal de las personas y que está compuesta en un 99% de agua, el 1% restante son electrolitos, proteínas y otras sustancias (como la testosterona). Ayuda a los humanos en muchas funciones de su vida diaria, sobre todo relacionadas al proceso de alimentación e hidratación del cuerpo. Sin embargo, hoy queremos hablarte de las funciones y las características más eróticas de este líquido.
¿Has escuchado la frase “se me hace agua la boca”? Eso sucede porque cuando algo se te antoja mucho tus glándulas salivales comienzan a trabajar debido a la estimulación y liberan más cantidad del fluido transparente. Tan solo la imaginación, que es el más Kinky de los sentidos, basta para lograr este efecto en tu cuerpo siempre que piensas en algún sabor rico o en alguna persona a quien le traes muchas ganas también.
Cuando ves a alguien que te gusta, una reacción muy común e inconsciente en varios casos, es lamerte los labios. Esto se debe a que la relevancia de la saliva en el sexo comienza con los besos. Tu deseo interno de besar a esa persona se manifiesta de esa manera. Al intercambiar una sesión apasionada de besos con tu amorcito, es riquísimo sentir cómo se mezcla su saliva con la tuya. Aunque eso sí, hay que tener control porque nada en exceso es bueno. La importancia de los besos es que, si lo haces bien, te llevan a una gran excitación.
Una vez que los besos terminan y se da el siguiente paso, la saliva sigue cumpliendo sus funciones sensuales en forma de chupadas, succiones y ¿por qué no? Hasta algunas mordidas leves si es lo tuyo. Pasar tu lengua por las zonas más erógenas de tu pareja es un must del foreplay. Lamer los pechos, besar el cuello, lamer los testículos, hacer sexo oral, chupar las piernas, las nalgas y hasta los pies. La estimulación con la saliva es deliciosa e ideal para calentar motores, pues lamer el cuerpo de tu pareja aumenta el placer.
Te recomendamos leer: Beneficios de besar: ¡Sácales provecho!
Es tanto el placer que brinda la saliva, que incluso para algunas personas se convierte en un fetiche más común de lo que piensas. Esta práctica se conoce como Salofilia o coloquialmente Spitting por su nombre en inglés. Las personas que lo practican gustan de escupir en varias partes del cuerpo de su pareja o, al contrario, que les escupan encima (en la cara, la boca, los pechos, los genitales o las nalgas).
Si vas a adentrarte en esta práctica, la limpieza es muy importante, pues la saliva puede transmitir algunos virus y enfermedades. Por ello es imprescindible eliminar el mal aliento y tener una rutina de higiene bucal en la que laves tus dientes y tu boca a conciencia. También te recomendamos consumir alimentos que mejoran el sabor del semen, de la saliva y de los fluidos corporales.
Un aspecto muy importante a discutir es que, aunque la saliva puede ayudarte a mojar todo lo necesario y a preparar a tu pareja para la penetración, no sustituye de ninguna manera a los lubricantes, pues es de rápida absorción y podría llegar a causar irritaciones. Existen miles de opciones de lubricantes y estimulantes para tener sexo con estilo y los hay de diferentes sabores, texturas o bases (agua o silicona).
Da los besos más mojados que puedas, recorre el cuerpo de tu pareja con tus labios y tu lengua, escúpele si quieres (y la otra persona quiere también) pero no caigas en el error de pensar que la saliva es suficiente para lubricar porque, incluso, puede llegar a interferir con la lubricación natural del cuerpo. Como Tip Kinky, te recomendamos beber mucha agua y mantener una buena hidratación para que tu producción de saliva sea óptima y esté siempre preparada para los momentos de pasión. ¡Disfrútalo!
Atrévete y, ¡Hazte Kinky!
Si esto te interesa, no te puedes perder: Cómo usar la lengua para prender a una mujer