Dirty Talking: los placeres del oído

8 agosto, 2016 4 mins de lectura
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Hemos dicho ya muchas veces que el sexo no se limita a la penetración; es más, nos atrevemos a asegurar que la penetración es sólo la cereza de un delicioso pastel que se compone de muchísimos ingredientes: caricias, miradas, besos y juegos de todo tipo en los que intervienen nuestros cinco sentidos, y mientras más sentidos estimulemos más placentero será el encuentro sexual.

Hay muchas maneras de hacer que participen los cinco sentidos y cada persona suele tener su preferido (el que más le excita): comer del cuerpo del otro, ver a nuestra pareja en ropa interior mientras nos baila en un tubo, darle un relajante y sensual masaje, llenar la habitación de esencias aromáticas afrodisíacas, etcétera. Pero hoy nos concentraremos en lo auditivo, en cómo excitar a nuestra pareja a través del oído.

Las palabras y los sonidos tienen una maravillosa capacidad para estimular nuestra imaginación. Un determinado sonido nos puede transportar a situaciones de nuestro pasado y evocar las sensaciones de ese momento. ¿Y qué decir de la fuerza de las palabras? Tan sólo un par de ellas, dichas en el momento justo, pueden llevarnos a lugares fantásticos de nuestra mente.

 

Por supuesto, sonidos y palabras tienen también un efecto en nuestro cuerpo, no menos extraordinario del que tienen en la mente; así que ya entrando en terrenos sexuales, existe una buena cantidad de personas que logran un sorprendente nivel de excitación tan sólo escuchando las palabras y sonidos precisos, pero sabemos que te estás preguntando: “¿y cuáles son las palabras y sonidos precisos?”

Respecto a los sonidos, muy pocas personas manifiestan preferir el silencio total durante un encuentro sexual; a la mayoría nos agrada escuchar algunos sonidos producidos por nuestra pareja que demuestren que está disfrutando. ¿Cuál es la clave para que estos sonidos incrementen la excitación? ¡Que no sean falsos o exagerados! En serio, no fuerces nada, sé natural pero sí permítete exteriorizar tus sensaciones físicas a través de gemidos, jadeos y, si te nace, hasta gritos.

Ahora, en lo que se refiere a las palabras, a algunas personas les resulta muy difícil y hasta penoso iniciarse en la práctica del dirty talking ( o “hablar sucio”) y cuando su pareja se los pide simplemente se inhiben o entran en pánico. Aquí te daremos unos sencillos consejos para que no tropieces estruendosamente en este ejercicio.

qué es el dirty talking

Si te estás iniciando en estas artes, por favor no empieces con cosas muy fuertes del tipo “eres mi puta”, “eres un semental” o frases por el estilo, primero porque será difícil que te salga natural y, segundo, porque no todos(as) aprecian estas expresiones subidas de tono. Empieza por cosas más sencillas que tiendan al erotismo y no a la pornografía, con el tiempo y la confianza podrán ir subiendo el tono mutuamente y descubriendo si les gusta o no.

Entonces, ¿cuáles son esos temas tendientes al erotismo de los que puedes hablar durante el sexo? Puedes empezar por lo más sencillo: descríbele a tu pareja lo que más te gusta físicamente de ella y dile por qué; el siguiente paso es detallar lo que te gusta hacerle o que te haga en la cama (recuerda sus encuentros anteriores); y finalmente, entra en los terrenos de la imaginación y dile lo que te gustaría que hicieran y que aún no han hecho.

Ahora te damos nuestro consejo final para no regarla en esta situación (bueno, en todas): mantente auténtico, no exageres y, por supuesto, no mientas; claro, esto aplica para todo lo que tenga que ver con tus relaciones (en la cama o fuera de ella). ¡Atrévete a experimentar con los placeres auditivos y hazte Kinky!

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