Nuevas masculinidades: la igualdad de género construida desde los hombres

El hombre de hoy en día ya no sólo es fuerte y proveedor; es mucho más que eso, pues la igualdad de género también la construyen ellos

12 noviembre, 2016 3 mins de lectura
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Bajo este concepto se trabaja con los hombres para que sean ellos mismos, desde sus experiencias del día a día y sus reflexiones, los que hagan aflorar la desigualdad de género que existe en la sociedad y poder así superarla.

Se trata de superar la visión androcéntrica del mundo para trabajar por la igualdad desde una perspectiva de género masculina. Y es ahí donde, junto a las realidades de desigualdad efectiva entre hombres y mujeres, afloran también las nuevas visiones masculinas, esas “nuevas masculinidades” que apuestan por construir una sociedad en igualdad. No hay nuevos hombres. Los que hay ahora los ha habido siempre pero han estado invisibilizados.

Ahora afloran otras maneras de ser hombre, los hombres que son corresponsables en la reproducción, en los cuidados de hijos y personas mayores, en las tareas domésticas, etc.

La masculinidad se ha venido construyendo sobre la base de la negación y el repudio en sí mismo de todo aquello que se considera femenino, ya que se considera que lo femenino es inferior y de ahí deriva, la mayoría de las veces, el machismo y la misoginia.

machismo de las mujeres

Las nuevas masculinidades invitan a los hombres a cambiar su ideología:

  • Tengo derecho a sentir y pensar diferente a lo que la mayoría de hombres piensan y sienten, sin que por eso me deba sentir “poco hombre”
  • A dejar de creer únicamente en la razón, y creer en los sentimientos que tengo
  • Admitir las propias limitaciones y dejar de pensar que lo debemos saber y hacer todo
  • Admitir que puedo experimentar dolor físico y emocional
  • Reconocer que puedo tener miedo y compartirlo con alguien más
  • A pedir ayuda, sin temor o vergüenza
  • A no guardar los asuntos ni problemas que tengo
  • Puedo contar lo que me pasa y puedo ser  escuchado
  • Alejarme de situaciones donde sé que ejercería violencia
  • Mi pareja no me pertenece
  • Debo responsabilizarme de labores domésticas
  • Debo responsabilizarme del cuidado de niñas y niños
  • Escuchar lo que ellas/ellos sienten y piensan
  • Dar la oportunidad para que la mujeres tengan voz propia y puedan ejercer altos cargos
  • Respetar cuando una mujer dice No
  • Saber que las mujeres no son un objeto
  • Hacerse corresponsables en el uso de métodos anticonceptivos y de la planificación familiar
  • Identificar si estoy ejerciendo violencia
  • Buscar espacios de acompañamiento y escucha para masculinidades o con perspectiva de género

De esta manera podemos trabajar otra forma de entender lo que significa “ser hombre” al intentar cambiar las actitudes y prácticas de los hombres de manera individual y colectiva para conseguir una sociedad igualitaria y el equilibrio entre hombres y mujeres en las relaciones personales, familiares, en las comunidades instituciones y entre las propias naciones.

Esto es un proceso para re aprender que hay otras formas de convivir, pues requiere deconstruir en poco tiempo lo que durante siglos nos han venido contando, pero es posible y alcanzable.

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