Necesitas alguna de estas dos opciones:
Toma con tus dedos uno de los hielos y deslízalo desde su cóccix hasta la nuca, cada tramo interrumpe y quita el líquido derretido con tu lengua. El calor de ésta le dará un giro a la sensación de temperatura. Después coloca el hielo en tus labios como si besaras-succionaras, (por ello si tiene algún sabor tendrás placer extra) y acto seguido aplica lo mismo sobre su espalda, abdomen o pubis.
Una vez que tus labios toquen su piel, saca la punta de tu lengua y masajea en círculos sin despegar los labios de la zona. Poco a poco se irá entibiando y obtendrás el cambio térmico.
Si lo haces con bebidas frappé, procura que el hielo esté firme o el líquido escurrirá demasiado.
Tanto dar como recibir los estímulos es delicioso ¡así que túrnense!
*Nunca coloques hielo o algo helado directamente sobre genitales, en especial en la vulva ya que al ser mucosa (no piel) fácilmente puede lacerarse.
Usa un condón de sabor. Comienza por colocarlo con tu boca. Sí, con tu boca. Simple:
Ahora sí, listo para que tú te encuentres con un sabor increíble y lucirte con tus mejores estrategias orales.
Necesitas:
Intercambien estos deliciosos postres y compártanlos de boca a boca. Algunas mordidas pueden rozar sus labios. También pueden colocarlos sobre las clavículas, cuello o lóbulos de las orejas. Se trata de dar un mordisco y mezclar el sabor con un beso y caricias orales.
Necesitas:
Deja que uno o dos dulces se disuelvan en tu boca en tanto se besan y jueguen con sus lenguas en esa sensación fría y picante.
Lame o pasa tu lengua por su cuello y sopla para intensificar el frío mentolado.
Ahora aplica caricias linguales, succiones y soplidos directamente en su pene. No te quedes ahí demasiado ya que pudieras irritar pero créeme que un viajecito corto de tu boca por ahí será una experiencia muy distinta.
Necesitas:
Recorrerán su cuerpo con un par de texturas que se contrapongan. Inicia por rodar una fresa con tus manos a lo largo de alguna zona como su pubis o pectorales, de arriba hacia abajo. Al llegar a cierto punto, por ejemplo sobre el tronco del pene (en el caso de las fresas) puedes darle un mordisco a la fruta.
Toma la seda o satín y sólo déjala acariciar su piel en la misma trayectoria. Continúa usando las plumas.
Aplica caricias sedosas:
Necesitas:
Para este momento, ya estarán ansiosos por hacer el amor, así que ¡a trabajar con sus genitales! Con él recostado boca arriba, colócate encima con la cabeza en sentido contrario a la suya y las piernas abiertas ligeramente en V. Tu cadera debe quedar sobre el inicio de sus muslos que también deberán colocarse en una V no muy abierta. Déjate caer por completo hasta acostarte a lo largo de sus piernas.
Cada uno debe colocar una buena cantidad de lubricante en los genitales del otro y además puedes utilizar un anillo vibrador en su pene. Ayudándote con una mano y el movimiento de tu pelvis, direcciona perfectamente su pene para masajear cada punto de tu clítoris y labios. Ve intensificando para darle sensaciones fuertes a su pene en un masaje ininterrumpido y muy acuoso. Es muy probable que llegues al orgasmo de ese modo.
Ahora, empuja ligeramente su pene hacia abajo para permitirle penetrarte y continúa con el vaivén, la vibración del anillo le dará el cierre perfecto.
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