Scrotox: la moda de enchularse los testículos

Así como lo lees, muchos hombres quieren testículos más grandes y estéticos, y el Scrotox les ofrece estos resultados. Esta técnica consiste en inyectar (con anestesia, por supuesto) de 10 a 20 unidades de bótox en cada lado del escroto, lo cual, según el cirujano plástico Daniel Arenas, relaja los músculos subcutáneos alisando así las arrugas del escroto y dando una apariencia de mayor tamaño a los testículos.

La toxina botulínica, comúnmente conocida como bótox, ha sido utilizada en la industria cosmética desde hace casi 30 años y está aprobada por la FDA (Food and Drug Administration) desde hace 15; ha demostrado gran eficacia en la eliminación temporal de arrugas, puesto que paraliza los músculos en los que es inyectada, reduciendo así notablemente la apariencia de los pliegues.

En los últimos años también ha sido utilizada para corregir pequeñas imperfecciones físicas – sobre todo en la nariz y el mentón – sin necesidad de recurrir a la cirugía. Prácticamente ya no hay tabú al respecto ni se ve mal a quien la utiliza, pero apostamos que pocos imaginaron que llegaría el día en que la obsesión por ser “perfectos” nos daría estos golpes bajos (literal).

De acuerdo al diario británico The Sundiario británico The Sun, el último año se duplicó la cantidad de hombres que buscan realizarse este procedimiento en Estados Unidos (no es sorpresa) y Reino Unido; esto a pesar del precio desmesurado – aproximadamente 3,000 dólares – y de los inconvenientes que conlleva. Parece que nos hemos tragado completita aquella conocida frase: “la belleza cuesta” (y en este caso, cuesta mucho).

Antes de que te emociones y ya te estés viendo en el espejo con unas pelotas dignas de el macho alfa que eres, tenemos que frenar un poco tu sueño de virilidad. Para empezar, este procedimiento aún no está autorizado en México, por lo que la responsabilidad ante cualquier tipo de efecto secundario recae directamente sobre quien se lo haya realizado.

Tres cositas más que creemos que no te encantarán: después de dos o tres aplicaciones, la misma relajación de los músculos bajo el escroto puede ocasionar que tus amiguitos se cuelguen como si tuvieras 80 años. Después de la aplicación deberás pasar 6 semanas sin sexo, sí, leíste bien, ¡un mes y medio sin sexo! Además, si bien aún no está comprobado, se teme que podría obstaculizar la adecuada producción de espermatozoides.

Eso sí, alguna ventaja debía de tener además del aspecto estético ¿no? Bueno, pues si tienes problemas de sudoración excesiva en la zona, la toxina botulínica puede ayudar a bloquear las glándulas sudoríparas por espacio de 4 a 6 meses, que es lo que duran los efectos del tratamiento. Francamente, se nos hace difícil creer que un hombre esté dispuesto a todo lo anterior por conseguir 6 meses de bellos testículos; sin embargo, sabemos que el afán por conseguir la belleza “ideal” nos puede llevar a hacer cosas impensables.

¿Tú qué dices? ¿Te animarías?

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