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Tratar la salud mental como la salud física debería ser igual de importante en todo el mundo. Y aunque en la actualidad se puede hablar abiertamente sobre terapias y enfermedades mentales, todavía existen muchísimos casos de falta de atención médica, o simplemente falta de atención personal al bienestar emocional y la salud mental, por lo que la tasa de suicidios a nivel mundial continúa en aumento.
Es imperante la necesidad de poner más atención a la salud y el bienestar mental. Y una parte importante para mantenerte en forma y saludable es cuidar de ti mismo. Hay muchas cosas que puedes hacer para asegurarte de mantenerte mentalmente saludable por lo que hoy te daremos algunos tips Kinky para que te sea más fácil lograrlo.
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1. Duerme bien
El sueño es verdaderamente importante para la salud física y mental. Dormir bien ayuda a regular las sustancias químicas de nuestro cerebro que transmiten información; si no duermes bien, tu cerebro no puede funcionar de forma correcta. Estas sustancias químicas o neurotransmisores son importantes para controlar el estado de ánimo y las emociones. Si no duermes lo suficiente, puedes comenzar a sentirte deprimido o ansioso, por lo que te recomendamos ampliamente establecer una buena higiene del sueño con nuestras técnicas Kinky.
2. Permítete tomar un break cuando lo necesites
Tú sabes cuándo necesitas un día de relajación total y puedes diferenciarlo de cuando simplemente tienes flojera. Tomar tiempos de break cuando estás hasta el full de trabajo puede contribuir a que seas más productivo. Una mente cansada no puede funcionar de la misma manera que si estuviera descansada de forma óptima. Entonces, ¿por qué obligarte a marchas forzadas en el trabajo? Trata de pensar en ello como si fuera una especie de medicina preventiva: si te tomas unas horas, o incluso un día para relajarte y recargarte a tiempo, le estarás dando a tu cuerpo y a tu sistema inmunológico algo de tiempo para resetearse, lo que puede ayudar a prevenir un día de enfermedad real a causa de estrés o agotamiento en el futuro.
Puedes probar con un poco de yoga o mindfulness unos minutos al día, desconectar tu mente de tus ocupaciones y abrirle las puertas al bienestar emocional. Si es posible tomarte un día completo no dudes en hacerte una sesión de spa y preparar un ambiente en donde puedas dar rienda suelta al esparcimiento de tu mente. Utilizar velas aromáticas o inciensos puede ser una gran idea para contribuir a que la aromaterapia haga lo suyo.
3. Prueba el mindfulness
Sí, la meditación podría parecer algo que solo hacen los maestros de yoga pero realmente puede ser una gran herramienta para contribuir a tu salud mental. No te preocupes por alcanzar la iluminación o estirarte como bailarina de ballet, el solo hecho de que te tomes unos minutos para calmarte y concentrarte en tu respiración y en tu cuerpo es un gran paso para resetear tu sistema neurológico. Si no sabes por dónde empezar, simplemente siéntate en silencio y concéntrate en inhalar y exhalar, lentamente, durante dos minutos. Esta sencilla práctica puede contribuir a mejorar tu salud física y mental y no requiere grandes energías para lograrse.
4. Realiza algún tipo de ejercicio físico
La actividad y el ejercicio son esenciales para mantener una buena salud mental. Estar activo no solo te da una sensación de logro, sino que también estimula los químicos en tu cerebro que te ayudan a ponerte de buen humor, como la dopamina y la serotonina. El ejercicio puede ayudar a eliminar los estados de ánimo depresivos, la ansiedad, el estrés y la sensación de cansancio y pereza. También está relacionado con vivir una vida más larga. Así que, ¡corre a ejercitar tu cuerpo y tu mente! Recuerda que el ejercicio va de la mano con una buena alimentación, por lo que es recomendable cuidar lo que ingieres y comer a tus horas. Lo que comes nutre tanto a tu cuerpo como a tu cerebro.
5. Dedica un tiempo a hacer algo que disfrutes
Si normalmente sacas tiempo para ver tu serie favorita o pasar horas scrolleando en Facebook, seguro que puedes hacer un tiempo para hacer algo que te divierta o te relaje lo suficiente. Dentro de tu lista de actividades disfrutables seguro se encuentra el sexo, pues es una de las actividades más placenteras para el ser humano; así que hazte Kinky y corre por tu pareja. Invítala a un Love Hotel y dale un giro novedoso a tu relación. Seguramente lo disfrutará y tú estarás contribuyendo a mejorar tu bienestar emocional y tu salud mental.
Si a pesar de tus esfuerzos no logras mantenerte la calma y los pensamientos negativos se apoderan de tu mente, no dudes en pedir ayuda a un especialista.
No existe un umbral de lucha que deba alcanzarse antes para justificar una terapia o la medicación, cada persona es distinta y reacciona diferente ante ciertos estímulos. Si experimentas cambios de humor que no desaparecen o sin razón aparente, especialmente si interfieren con tu vida diaria, habla con alguien y busca ayuda profesional. Ese alguien puede ser un médico de atención primaria, un amigo, un terapeuta, o incluso, el departamento de recursos humanos en tu trabajo.
El dolor mental es menos dramático que el dolor físico, pero es más común y también
más difícil de soportar.
– C. S. Lewis
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