Bien dicen que donde hubo fuego cenizas quedan, por lo tanto, no nos podrás negar que una de las situaciones amorosas más comunes es regresar (o al menos intentarlo) con algún ex. En esta nota no te vamos a decir que está bien o mal, porque en cuestiones de pareja todo es subjetivo y depende de muchos factores, solo enlistaremos las razones más comunes por las que solemos hacerlo y te daremos nuestra opinión al respecto.
Ni modo, hay que aceptarlo, muchas veces regresamos con un ex, o pensamos en hacerlo, únicamente porque nos sentimos solos y deseamos sentirnos queridos de nuevo. El problema con este punto es que muchas veces no identificamos que éste es el verdadero motivo y lo confundimos con estar todavía enamorados. ¿Cómo saber, entonces, si realmente estás aún enamorado(a) o si solo tienes una crisis de soledad?
No es tan fácil, pues las emociones nos pueden nublar la razón; pero básicamente te aconsejamos que trates de ser objetivo(a) y te hagas algunas preguntas clave: ¿me siento bien estando en soledad en estos momentos? ¿Me siento realizado a pesar de no tener pareja? ¿Siento que puedo encontrar la plenitud sin alguien más? Si respondes que no al menos a una de estas preguntas, quizá sea signo de que solo buscas mitigar la soledad. Ten cuidado entonces.
Aunque no lo creas, es muy común confundir el deseo sexual muy intenso con amor o enamoramiento. Lo bueno es que esto es más fácil de distinguir. Si tu ex y tú tenían muy buena química sexual y, además, llevas ya un rato sin tener sexo, es posible que estés buscando una satisfacción meramente sexual. Si además te cachas teniendo sueños eróticos frecuentemente o sabroseándote a cuanta persona pase frente a ti, piensa si realmente deseas volver con tu ex o solo quieres volver a tener sexo con él/ella.
Otra cosa que es muy fácil de extrañar, además del sexo, son esos pequeños rituales que se crean cuando uno está en pareja, como el ver todos los domingo el fut juntos, o echar un maratón de series el fin de semana, o pasear juntos por determinado lugar. Ejemplos hay muchísimos, pues cada pareja desarrolla sus propias costumbres o rutinas que los hacen sentirse más próximos.
Obviamente, mientras más tiempo hayan estado juntos, más de este tipo de rituales se generan. Si te cachas extrañando siempre a tu ex justamente en este tipo de situaciones, es posible que no extrañes a la persona en sí, sino los hábitos que crearon juntos; esto no quiere decir que entonces esté prohibido que vuelvan, simplemente piensa que debe de haber más que solo extrañar las costumbres.
Esta es la razón más válida y madura, aunque no la más común. Para llegar a este punto es necesario que haya pasado ya un buen tiempo desde que cortaron; pues así te aseguras de no estar solamente en la fase de negociación del duelo. Quizá ya ambos tuvieron otras parejas, han crecido, han perdonado lo que tenían que perdonar y se han dado cuenta de que esa persona es realmente con quien desean construir una vida. Estos son los regresos que suelen ser exitosos, aunque no son la mayoría.
En conclusión, volver con un ex no es necesariamente malo (como mucha gente piensa); pero para que un regreso tenga posibilidades de salir bien, debes asegurarte de que ambos quieran regresar por las razones correctas y no solo porque uno de los dos anda “depre” o “jarioso”. De cualquier forma, recuerda que una pareja siempre requiere esfuerzo, trabajo y mucha actitud Kinky.
¡Hazte Kinky!
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