Te revelamos los secretos para usar tu cerebro como una herramienta para mejorar tus relaciones sexuales. ¿Te atreves?
Conocido como sexo consciente, el mindfulness sexual es la práctica de sumergir completamente tu mente y tu cuerpo en el aquí y ahora. Dicho de manera aún más simple, es lo opuesto al sexo sin sentido. El sexo sin sentido ocurre cuando, en lugar de estar completamente presente durante la experiencia, tu atención está en otra parte y es posible que te pierdas en tus pensamientos sin estar presente en el momento.
Con el estrés de la vida diaria, la ansiedad o los nervios del momento, muchas personas se sienten desconectadas la mayor parte del tiempo, incluso durante el sexo. En el extremo más intenso, la disfunción sexual –incluyendo problemas de erección, dolor vaginal, baja de libido y más– puede obstaculizar gravemente la calidad de vida y las relaciones. En muchos casos, la atención plena o mindfulness puede representar una solución relativamente simple para estos males. En esencia, el mindfulness implica prestar atención a lo que está sucediendo en el momento presente y notar, sin juzgar, tus pensamientos, sensaciones y sentimientos. Puede reconectarte con tu cuerpo impidiendo que pases demasiado tiempo en tu cabeza, y así reducir el estrés. Incluso ha sido utilizado como tratamiento para la depresión recurrente, y los libros y aplicaciones populares lo han convertido en parte de la vida cotidiana de muchas personas. Y aunque usualmente este tipo de práctica está enfocada al bienestar personal y mental, considerarlo a la hora del sexo puede aumentar las probabilidades de tener un orgasmo y, por supuesto, de disfrutar mucho más tu momento íntimo. Si deseas incluirlo en tu vida, te vamos a dar algunas sugerencias para que lo pongas en práctica y explores sus beneficios sexuales. ¡Sigue leyendo!
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1. Elimina las distracciones. No hay nada más molesto que una notificación audible y una pantalla de teléfono iluminada cuando estás en el foreplay o en plena acción. Puedes luchar contra la necesidad de revisar tu teléfono, pero para entonces ya es demasiado tarde…Tu cerebro ya está a kilómetros de distancia y tu excitación puede haber desaparecido. Es por esto que te recomendamos poner tus dispositivos electrónicos en silencio o incluso dejarlos en otra habitación. Tranquila/o, ya habrá tiempo para checar tus mensajes.
2. Establece una intención para el momento. ¿Qué es lo que esperas en tu encuentro con esa persona? Tal vez quieras conectarte más con tu propio cuerpo o con tu pareja. O puedes verlo como una forma de liberar el estrés. Si tu mente divaga pensando cosas como, “Oh, esto está tardando demasiado”, o “¿Qué tal si alguien entra?”, recuerda esa intención y relájate. Pon tu atención en lo que estás haciendo.
3. Antes de comenzar, pregúntale a tu cuerpo cómo se siente. En realidad, esta parte es solo una versión distinta de la técnica tradicional de mindfulness que consiste en enfocar tu atención en una parte específica de tu cuerpo, respirar relajadamente y buscar sensaciones físicas. Puedes probar sintiendo tus partes íntimas y verás que tu propio cuerpo puede darte información que no sabías que podía, solo hay que aprender a escucharlo.
4. Comienza contigo misma/o. La masturbación es una excelente manera de aprender más sobre lo que te gusta. Probar las técnicas de mindfulness sexual por tu cuenta te va a permitir pensar y sentir cada acción sin temor al juicio de otra persona.
5. Redescubre a tu pareja. Las rutinas pueden ser reconfortantes por su familiaridad, sin embargo pueden empujarte hacia el aburrimiento. En lugar de seguir los mismos movimientos de siempre, explora el cuerpo de tu pareja y anímala a que haga lo mismo contigo. El contacto consciente en pareja ayuda a despertar sus cuerpos para experimentar el placer mutuo ¿No sabes por dónde empezar? Checa estas ideas y deja que tu imaginación vuele.
6. Olvídate del orgasmo como centro de placer. Aunque suene contradictorio, si experimentas menos orgasmos de los que te gustaría puede deberse a que estás demasiado concentrada/o en hacer que suceda. Esto puede crear una presión y distracción adicionales. Disociar el sexo del orgasmo puede hacer que te resulte más fácil relajarte en el momento y fluir sin pensar ni apresurarte. Recuerda apreciar el sexo por el placer físico y emocional que brinda, y no como un medio para lograr un fin.
La forma en la que abordas el sexo debería de ser la misma forma en que abordas tu vida: consciente e intencionalmente. Además, no olvides que el sexo consciente también tiene el potencial de elevar tu estado de ánimo y tu sensación de bienestar ante el día a día. Si bien puede parecer aterrador o extraño pensar en comenzar algo nuevo como esta propuesta, toma en cuenta todos los beneficios que puede aportar a tu bienestar personal y a tus aventuras sexuales.
¡Dale sentido a tus sentidos!
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