Tatuajes en el pene ¿es posible?

Okey, ya sabemos que cuando se trata de unirse a alguna moda o tendencia, muchas veces la gente hace cosas un tanto irracionales. Y cuando hablamos de tatuajes, si bien son algo súper Kinky que suele dar mucha personalidad y masculinidad, también podríamos pensar que hay límites ¿no? Pues al parecer no los hay y algunos hombres se han atrevido a tatuarse el pene. ¿Cómo es esto, es peligroso, se puede?

Así es, probablemente sentiste una punzada de dolor solo de imaginarte esto (y más si ya tienes tatuajes y sabes cómo se siente); pero el hecho es que, aunque suene muy extremo, esto existe y hoy te queremos informar al respecto, como siempre, para que tomes decisiones informadas y conscientes. Te diremos cuál es el proceso, cuáles son los riesgos y te contaremos algunas anécdotas

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¿Cómo se hace un tatuaje de pene?

Según el tatuador profesional Sketch del programa de televisión Tattoo Fixers, para hacer un tatuaje en el pene, el miembro debe estirarse sobre una cuchara o espátula para que la piel, que en estado de reposo está arrugada, se tense y el artista pueda trabajar. Sí, sabemos que suena increíblemente doloroso y seguramente lo es. A continuación te transcribimos el proceso en palabras de este tatuador:

“Normalmente, coges una cuchara o una espátula de madera y la pones debajo del pene, luego doblas el miembro sobre ella, presionas y éste se estira. Tienes que estirar la piel o de otra forma la aguja se quedará atascada y no correrá bien”. Sketch dice que, curiosamente, está más dispuesto a tatuarle el pene a alguien que a tatuar el dibujo de un pene sobre cualquier otra parte del cuerpo. Cada quien ¿no?

En cuestión de salud, ¿es seguro?

A parte del dolor espantoso que debe suponer, algunos médicos tienen testimonios de hombres que llegan con problemas de erección y resulta que tienen tatuajes en el pene, por lo que podría estar relacionado. En Francia se dio otro caso al respecto: un iraní de 21 años se hizo un tatuaje en el pene y terminó con una erección semipermanente, una forma de priapismo que le duró más de tres meses.

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Aunque también hay casos de éxito que no han implicado ningún problema de salud, por ejemplo, el tatuador Luke Wessman está absolutamente cubierto de tinta, incluido un tatuaje de pene que dice “Hubba Hubba”. Lo ha tenido durante unos 15 años y dice que hacerlo no le dolió más que cualquiera de sus otros tatuajes, que solo era algo extraño tener una aguja zumbando ahí abajo.

En resumen, hacerte un tatuaje en el pene, en cuestión de salud, es tirar una moneda al aire, como te puede ir muy bien como no. Así que, si estás dispuesto a soportar una buena cantidad de dolor y a buscar a un tatuador que se anime a hacerlo, ve planeando qué diseño se verá bien tanto con tu pene flácido como con tu pene erecto (¡qué frase tan extraña acabamos de escribir!).

¡Hazte Kinky!

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