Ámsterdam, la capital erótica del mundo

Ámsterdam es una hermosa ciudad ubicada en Holanda que cuenta con un nivel muy alto de turismo por todas las maravillas que ofrece. Incluso se dice que es una ciudad avanzada para su época, ya que combina ecología con respeto, un buen ingreso económico y legalidad de situaciones que en la mayoría de los países del mundo son consideradas como crímenes. En 1997 se aseguró esta tolerancia con el Tratado de Ámsterdam, que afirma que la Unión Europea se basa en los principios de libertad, democracia, respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, y del Estado de Derecho. Por medio de este Tratado también se establece el principio de no discriminación y de igualdad de oportunidades; y se fomenta la equidad de género.

Así que, como podrás darte cuenta, además de sus famosas coffee shops en donde el consumo de marihuana y sus derivados es legal y bien surtido, es una ciudad que vale la pena visitar para conocer todo lo que alberga y profesa. 

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La ecología es otra de las cualidades que Ámsterdam posee, siendo también característica de muchas ciudades europeas; ya que el transporte por excelencia es la bicicleta, que promueve una movilidad amigable con el medio ambiente, y los tranvías, que favorecen el desplazamiento a largas distancias. 

Esta ciudad holandesa es conocida por ser extremadamente liberal, y con todo el derecho del mundo, pues es la ciudad en donde como te comentábamos: la marihuana, el hachís y algunas otras sustancias alucinógenas son consideradas legales. Por si fuera poco, en esta ciudad la prostitución es aceptada también de forma legal, así que se le considera un edén de sexoservidoras.

Paraíso LGBT

Ámsterdam es una ciudad que practica uno de los lemas más pacíficos y reconfortantes de la historia: “Vive y deja vivir”. Y con esto nos referimos a la alta y sana tolerancia que se tiene con respecto a la comunidad LGBT, que ha elegido este lugar como un espacio seguro para habitar y disfrutar. 

En esta hermosa ciudad, la homosexualidad dejó de ser considerada criminal en 1811, cuando la mayoría del mundo seguía marcándola como ilegal; y el primer bar gay se abrió en 1927. Resulta interesante saber que en esta sede es en donde se inauguró el primer monumento a la homosexualidad, como un homenaje a la gran cantidad de gays y lesbianas que perdieron la vida durante la Segunda Guerra Mundial.

El Barrio Rojo

Una de las zonas mundialmente famosas, cosa que no es una sorpresa, pues es el lugar de prostitución por excelencia. Cientos de escaparates en donde hermosas mujeres se exhiben y muestran sus encantos para atraer a sus clientes. Como esta forma de ganarse la vida es legal en esta ciudad, las personas que han decidido adoptarla están sujetas a pagar impuestos, seguridad social y demás obligaciones como cualquier otro ciudadano, dignificando así su trabajo. Cabe señalar que la mayoría de las vitrinas solo exhiben mujeres y travestis, pues ya se ha experimentado con gigolós y no causó el furor esperado. 

Dentro de este famoso barrio, se encuentra el Red Light Secrets, un museo de la prostitución que se ubica en uno de los más antiguos burdeles de la ciudad. La visita a este lugar promete revelar todos los secretos de la profesión más antigua del mundo.

Otro de los lugares imposibles de suprimir en tu paseo por esta zona es la Casa Rosso Ámsterdam: un teatro erótico conocido mundialmente que destaca por ostentar las experiencias más sensuales con sus espectáculos de entretenimiento sexual. Aquí puedes disfrutar desde un divertido baile de strippers, hasta funciones picantes de sexo en vivo y sesiones de sadomasoquismo suave. Además, cuenta con un bar provisto de las más finas bebidas para darle un toque de relajación y sensualidad a tu entretenimiento. Si en algún momento decides lanzarte a esta extasiante ciudad, ¡no te lo puedes perder!

La capital del erotismo se abre ante tus ojos y aquí tú decides hasta dónde llegan tus límites. Una ciudad que recomendamos visitar ampliamente cuando tengas la oportunidad, y claro está, cuando termine el confinamiento actual.

¡Atrévete!

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