No nos dejarás mentir, ser madre es una de las labores más complejas que existen: implica grandes responsabilidades y mucha disciplina, pero también te llena de satisfacciones. Tristemente, muchas mujeres asumen el papel de madres y se olvidan de la mujer que eran antes de la maternidad, como si las dos cosas estuvieran peleadas o no pudieran coexistir, como si ser madre implicara renunciar al crecimiento personal y de pareja.
Las mamás Kinky saben que lo anterior es un gran error, que la maternidad es una nueva etapa que no anula las anteriores sino que las complementa, que ser madre las hace mejores personas y que no pierden su individualidad. Por eso, para todas las mamás y papás Kinky que nos leen, les presentamos estos 5 mandamientos.
Una mamá Kinky:
Sabe que su aspecto físico no la define, pero que sí refleja su equilibrio interno, su salud y su bienestar en general; por ello, se preocupa por verse bien, hace ejercicio, se alimenta adecuadamente, le gusta estar en tendencia y su Estilo Kinky la hace proyectar seguridad y confianza.
Sabe que un exterior impecable no es nada si no está acompañado de inteligencia y sensibilidad; por eso, se da el tiempo y el espacio para leer, ir al teatro, ver películas, ir a museos y, en general, para alimentar su espíritu y su imaginación por medio de todo tipo de manifestaciones culturales del erotismo.
Para ella, salir a descubrir lugares nuevos y darse ciertos gustos constituyen algunos de esos lujos que sabe que merece y que la hacen mejor persona. Sabe disfrutar de una buena comida, una deliciosa bebida y, por supuesto, valora una agradable compañía; así pues, disfruta intensamente de atmósferas nuevas y sensuales que la lleven a darle sentido a sus sentidos.
Como sabe que su plenitud depende únicamente de ella, no le teme a la soledad; por el contrario, atesora esos momentos con ella pues sabe que son los mejores para reflexionar y confirmar que se basta a sí misma para valorar sus logros y apreciar la gran mujer que es.
Se asume felizmente como una mujer sensual y apasionada, cuya vida sexual no acabó con la maternidad; por el contrario, sabe que está en su mejor momento y es capaz de disfrutar de su erotismo y su sexualidad sin prejuicios. En ese sentido, se atreve a explorar cosas nuevas en la cama y, obviamente, adora visitar los LoveHotels más exclusivos para gozar de su cuerpo y sus sentidos en plenitud.
¿Qué esperas? ¡Hazte una mamá Kinky y disfruta a diario de ser mujer!
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