Desde hace algunos años, el 24 de julio se celebra el Día Nacional del Tequila, esa deliciosa bebida que ha alcanzado fama mundial y que ha hecho célebre a nuestro país. Con ese pretexto, queremos hablarte hoy de la relación entre los efectos del alcohol en tu cuerpo y una sexualidad satisfactoria y súper Kinky. Como todo en la vida, se trata de disfrutar con todos nuestros sentidos buscando siempre encontrar el justo medio.
Quizá el tequila no es considerada la bebida más sensual, generalmente cuando pensamos en citas románticas pensamos en una botella de vino o de una buena champagne, pero no nos dejarás mentir cuando decimos que las bebidas alcohólicas y el sexo tienen una estrecha relación. Y claro, hay varias explicaciones para esto, desde el hecho de que el alcohol desinhibe hasta varias influencias externas y de los medios.
Como ya lo sabes, en Let’s Kinky estamos a favor del equilibrio y la armonía; por eso, no vamos a satanizar el alcohol y a decirte “no tomes, es malo”, porque la verdad es que no es malo en absoluto, simplemente se trata de hacerlo en la justa medida y con el propósito adecuado. En este caso, como en casi todos los aspectos de la vida, aquel viejo comercial tenía toda la razón: “nada con exceso, todo con medida”.
Respecto a la cantidad, una o dos copas de vino (cerveza, tequila o tu bebida favorita) los pondrán en el mood perfecto para disfrutar del sexo, la seducción y el erotismo en pareja, ya que se sentirán relajados y la excitación sexual se elevará al nivel idóneo; pero si se pasan de esa cantidad, los efectos serán los contrarios: la erección masculina se puede ver afectada, puede darles sueño y, lo peor de todo, es que no disfrutarán con todos sus sentidos (que es de lo que se trata esto, ¿no?).
Y ahora, respecto al propósito para incluir el alcohol en tu vida sexual (y en tu vida en general), debe ser el mismo que cuando se trata de esos ricos pecados como los chocolates o los helados: disfrutar plenamente el sabor de estos productos; si tu intención es perder la conciencia u “olvidar” un mal de amores, vamos por mal camino; por eso, elige una bebida que realmente te guste y saboréala con calma junto a (¡o sobre!) tu pareja.
Recuerda nuestro lema de vida Kinky, todo se puede resumir a él: nada es malo y nada está prohibido, siempre y cuando no te afecte ni a ti ni a terceros.
¡Hazte Kinky!
Y si te gusta disfrutar una copa mientras cuidas tu figura, checa estos: ¡Cócteles bajos en calorías!