El desafío de hoy, para hombres y mujeres, es convivir con ambos roles, sostener e incrementar el placer de ser mamá sin olvidar a la mujer.
La mala tradición indicaba que a partir de que la mujer se convertía en madre, se postergaba por completo a la mujer, porque no existe prioridad mayor que los hijos. Tradición en la que hombres y mujeres perdían por completo.
Es claro que desde el embarazo, la pareja sufre cambios, no sólo físicos, sino también en la forma en la que se relacionan con este nuevo ser y muchas veces los hijos, impiden ver que la esencia prevalece, que la pareja necesita a la mujer siempre.
Por un lado, la mujer sigue necesitando tiempo para sí, mantener la realización personal, sentirse deseada y amada, así como cultivar un mundo aparte de los hijos. Por el otro, el hombre nunca supone que a partir de que los hijos llegan, pierde gran parte de la atención de su mujer. Desde la concepción y quizá hasta que empiezan la adultez, se posponen las necesidades de pareja.
La mamá no debe estar peleada con la mujer, por lo tanto, hombres y mujeres debemos disfrutar esta etapa, como una parte en el crecimiento de la pareja y nunca permitir que la maternidad robe por siempre a la mujer.
Como casi todo en la vida, la actitud es vital, descubre la sensualidad que lleva toda mujer, y que no siempre está relacionada con el físico (durante y después del embarazo). Definan juntos lo que significa ser sexy, practiquen sexo durante el embarazo -¡claro que se puede!-, los primeros meses del bebé, son agotadores, así que descansen lo más que puedan, y durante el crecimiento de los hijos mantengan, de manera inamovible, una actividad exclusiva para estar en pareja.
Las mujeres modernas necesitan proteger los logros acumulados en años, y al convertirse en madre, la pareja vive el desafío de mantenerlos, sin olvidar a la mujer sensual que siempre existe.
La mujer debe aprender a maniobrar las nuevas demandas de los hijos, con la necesidad de afecto, seguridad y atención que la pareja requiere. Los hombres, por su lado, deben combinar el respeto, admiración y deseo por esta nueva mujer.
La cuestión tiene aspectos más profundos, enfocados en el ideal de pareja que debe ser colmado a tope. Sentir y actuar como una mamá sexy, cualquiera que sea la etapa, es una actitud que depende de ambos. Antes y después de ser madre, siempre hay una mujer llena de una potencialidad sensual inigualable.
No ignores a esa hermosa mujer y disfrútala al máximo Teniendo una vida sexual fabulosa con hijos pequeños en casa