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“Si una persona te dice que no le gusta el sexo, o está enferma, o miente”. Esta frase pronunciada por el sardónico y fantástico Dr. House nos pareció ideal para comenzar la editorial de esta semana, en la cual hablaremos de la estrechísima relación entre sexo y salud mental. Cada 10 de octubre, se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, cuyo objetivo es concientizar respecto al tema y no minimizar la salud mental puesto que es la base de nuestro bienestar integral.
En Let’s Kinky nos unimos a este esfuerzo por generar consciencia, ya que estamos convencidos de que una sexualidad sana es el reflejo más claro de una buena salud mental; y también aplica al revés: muchos desequilibrios en la salud mental (obviamente no los más graves) pueden mejorar francamente a partir de vivir una sexualidad plena y satisfactoria.
¿Cuántas veces no te ha pasado lo que describiremos a continuación? Llegas a una oficina de gobierno (o banco o lo que sea) y la persona que te atiende es grosera, está de malas, trae cara de pocos amigos y parece que se quiere desquitar de algo contigo; entonces piensas: “Pobre, seguro le falta sexo”. Pues aunque suene a chiste, la verdad es que muy probablemente tengas razón.
¿Por qué decimos esto? Porque está comprobadísimo que la plenitud sexual influye positivamente en tu estado anímico y, por lo tanto, en tu equilibrio mental. Es completamente real que una persona que no está satisfecha sexualmente tiene mayor tendencia a sentirse frustrada, amargada e irritable; y obviamente, esto se refleja en todos los ámbitos y las relaciones que establece a diario.
En este sentido, Let’s Kinky nació bajo un principio clave: la seguridad absoluta de que, si todas las personas tuvieran una vida sexual plena, el mundo sería mejor: la gente estaría más feliz, habría menos violencia, los políticos harían mejor su trabajo y, en general, nuestra calidad de vida mejoraría dramáticamente. Por eso te invitamos siempre a que explores, sientas y vivas tu sexualidad al máximo; ese es nuestro granito de arena para hacer de éste un mundo mejor.
Así que ya lo sabes, hacerte Kinky no solo será un beneficio para ti y tu pareja, sino para el mundo entero (lo decimos sin exagerar). Mejora tu salud mental, emocional y física llevando un estilo de vida Kinky; date amor, dale amor a los demás y aprende a disfrutar las sensaciones y el placer con todos tus sentidos.
¡Hazte Kinky!
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