¿Y si en vez de hacer una lista de 30 propósitos para el siguiente año, te dijeramos que basta con uno solo para ser la mejor versión de ti mismo? Justo eso es lo que te queremos proponer: olvídate de los clásicos propósitos que normalmente solo se quedan en el tintero; te aseguramos que si cumples este propósito, estarás cumpliendo todos los demás. ¿Cuál? ¡Hacerte Kinky!
¿Y por qué te decimos que éste sustituirá a todos tus demás propósitos? Checa esto: una persona Kinky se cuida y se preocupa por su cuerpo, pero no solo como algo que sirve para lucirse, sino como la herramienta necesaria para vivir en equilibrio con todo lo que nos rodea. Por eso, puedes ir tachando “bajar de peso, hacer ejercicio, comer mejor” y todo lo que se le parezca; pues si eres una persona realmente Kinky, todo lo demás vendrá por añadidura.
Una persona Kinky sabe que, así como se alimenta y se cuida el cuerpo, también es esencial alimentar la mente y el espíritu; así que ve tachando de tu lista “leer más, ir más al cine, etc.”; porque si te haces Kinky sabrás apreciar las expresiones culturales más sensuales: un buen libro, una exposición, buen cine, teatro… La cultura y el arte serán parte fundamental de tu vida y eso hará de ti una persona más sensible y generosa.
Una persona Kinky sabe que el erotismo y la sensualidad son un estilo de vida, y que pueden encontrarse en muchos lugares y contextos, no solo en la cama. Por eso, si tus propósitos tienen que ver con salir más con tu pareja, revivir la pasión y probar cosas nuevas en el ámbito sexual; también puedes tacharlos de la lista. Hazte Kinky y sabrás encontrar tu lado más seductor, lo cual se reflejará de inmediato en tu relación de pareja.
¿Ahora entiendes por qué basta con que cumplas un propósito que incluye todos los demás?
¡Hazte Kinky!
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