Cómo ser un maestro Kinky

Cuando escuchamos hablar de maestros, y en especial del Día del Maestro, de inmediato solemos pensar en la profesión relativa a la docencia: el maestro de primaria, el profesor de prepa, etc. Pero, ¿alguna vez has pensado que, en cierto sentido, todos somos maestros? Si serlo es compartir lo que sabes con otro(s) que no lo sabe(n), entonces todos hemos sido maestros y todos hemos sido alumnos en algún punto de nuestra vida.

Pero en esta ocasión nos queremos concentrar en el lado de la enseñanza y, sobre todo, en el lado Kinky de la enseñanza. Y no nos referimos a la clásica fantasía de la maestra (aunque también te invitamos a explorar ésta y todas tus fantasías), sino a cómo te puedes convertir en maestro(a) de tu pareja en todo lo que respecta a su relación íntima, a su convivencia sexual y al erotismo que van a poner en práctica todo el tiempo.

Así que si quieres volver tu relación fantástica en el aspecto sexual, creemos que no hay mejor manera de hacerlo que asumiendo el papel de maestro en la cama; es decir, que estés dispuesto a compartirle a tu pareja lo que sabes que te gusta y que, como buen maestro, la guíes para que aprenda a hacerlo. Recuerda que nadie puede adivinar exactamente lo que te gusta y cómo te gusta, así que ¡atrévete y enséñaselo! 

Obviamente, es importante que los papeles de maestro y alumno se intercambien constantemente, de otra forma, podría volverse una relación de poder o de mandato. Recuerda que en una pareja sana, ambos tienen mucho que aprender del otro y ambos tienen mucho que enseña; por lo tanto, te invitamos a que en la cama seas el mejor maestro y, por supuesto, también el mejor alumno.

¡Hazte Kinky!

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