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Esta editorial está dedicada a nuestros lectores Kinky que tienen pareja. Ya hemos dedicado varias notas al tema de la reivindicación de la soltería, del sexo casual y de aprender a amarte para poder estar con alguien más; pero no podemos olvidar que hay mucha gente que ya tiene pareja e incluso vive en pareja y que está en constante búsqueda de mejorar su relación en todos los sentidos posibles.
Vivir en pareja no es fácil, pero una cosa es solo sobrevivir (muchas parejas lo hacen, tristemente) y otra muy diferente es crecer juntos y hacerse mejores mutuamente. El amor cambia todo el tiempo, la pasión tiene subidas y bajadas, pero si logran que la intimidad (en el sentido de cercanía) sea la constante, entonces podrán crecer juntos más fácilmente y experimentar un tipo de placer no muy común: el de evolucionar como pareja.
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¿Pero por qué se nos dificulta tanto crecer como pareja y superar las dificultades del camino? Básicamente todo se resume a que, como seres humanos en general, somos renuentes al cambio: queremos que todo sea igual que al principio o, peor aún, creemos que todo tiempo pasado fue mejor. Pero hay que recordar que sin cambio no hay crecimiento; por lo que hay que abrazar los cambios para poder evolucionar en pareja.
Debemos recordar día tras día que nada es perfecto, que el amor está lleno de transformaciones y que, solo si logramos aceptar esas transformaciones, podremos disfrutar el presente. Parecería una obviedad pero no lo es: no hay placer más grande que vivir el presente al máximo y si logras hacer eso con la persona que amas, experimentarán juntos el mayor gozo de todos: el de la unión y la superación lado a lado.
¡Hazte Kinky!
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