Lactancia materna: un acto de amor imprescindible

En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, te decimos por qué amamantar a tu hijo será tu mejor decisión.

31 julio, 2016 3 mins de lectura
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La primera semana de agosto se celebra a nivel mundial la Semana de la Lactancia Materna, siete días dedicados a proteger y promover este acto tan importante como amoroso. Muchos no lo saben, pero la leche materna es la primera y principal forma de proteger el sistema inmunológico de los bebés; por ello, en Let’s Kinky nos pronunciamos completamente a favor y exhortamos a nuestras lectoras (y lectores) a aceptar y fomentar esta vital práctica.

En 1981, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó un Código Internacional que regulaba la comercialización de fórmulas infantiles y cualquier otro sustituto de la leche materna, esto a partir de que se registrara una importante disminución en las tasas de lactancia materna y, como resultado, el aumento de diarreas y otras enfermedades en niños de menos de seis meses.

Hoy en día, más de 60 países han adoptado ya el código, ¿por qué? Porque cada vez se entiende con mayor claridad la importancia de amamantar a los bebés. Médicos y autoridades sanitarias nos lo dicen con precisión: la leche materna es el mejor alimento para el bebé y no tiene sustituto; es el único alimento que el infante necesita durante los primeros seis meses de vida y, además de ser bueno para su salud, tiene muchas ventajas a nivel emocional.

Para el niño, la lactancia significa numerosos beneficios, entre los que destacan que el bebé la digiere sin problema alguno y los cólicos son casi inexistentes, la gran cantidad de inmunoglobulinas presente en la leche de la madre protege al niño de infecciones, caries y enfermedades futuras, además de favorecer el desarrollo neuronal. Finalmente, el contacto físico entre madre e hijo durante el proceso fortalece el vínculo emocional de forma inigualable.

La madre, además de la conexión emocional, gozará de otras ventajas que se prolongarán a su vida futura: durante la lactancia, la madre pierde con mayor facilidad el peso ganado durante el embarazo y evita afecciones clásicas como la anemia, la hipertensión o la depresión posparto; además, el haber sido madre lactante disminuye considerablemente la incidencia de cáncer de mama y/o ovarios y protege contra la osteoporosis.

Así que si estás a punto de tener un bebé o conoces a alguien en esta situación, considera todos estos pros que, por supuesto, superan con creces a la posible (no forzosa) incomodidad de los primeros días de amamantar: sí, a algunas madres les duele o molesta un poco, pero esto no dura más que unos días, en lo que te acostumbras, y los efectos positivos de esto durarán todo la vida, tanto para ti como para tu bebé. ¡Disfruta de esta etapa y dale a tu bebé todo tu amor!

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