Desde el nacimiento del rock & roll en los 50, este género musical ha ido evolucionando hasta extenderse por el mundo a través de muchísimos subgéneros, estilos y artistas. Al ser el rock (en su esencia) una mezcla de diferentes corrientes musicales como el jazz, el blues y el country, conforme han pasado los años y dependiendo del lugar, el rock ha ido tomando rostros tan diferentes como un Elvis Presley o un Kurt Cobain.
En este contexto, es difícil definir un estilo rockero porque en realidad hay decenas de ellos; sin embargo, sí hay algo que todos tienen en común y es, más que una vestimenta, una actitud: el espíritu de rebelión y el deseo de libertad; por eso, hoy te diremos cómo adoptar un estilo de vida rockero siguiendo esos dos preceptos básicos y, por supuesto, pensando siempre en todos los valores que implica ser 100% Kinky.
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Para vivir el “rocker lifestyle” de manera Kinky, tendremos que dejar de lado el segundo elemento de ese célebre lema, y no por una cuestión moralista o porque creamos que las drogas son “el demonio”, sino porque en el contexto de esa famosa frase, las drogas se viven como una forma de enaltecer los excesos; si no simplemente piensa en personajes como Sid Vicious, Jim Morrison, Janis Joplin o Amy Winehouse.
Y podrías preguntarnos con todo derecho: “¿y cuál es el problema de vivir los excesos? Como sabes, un estilo de vida Kinky privilegia siempre -sobre todo cuando se trata de sexo- el disfrute absoluto y consciente de todos los sentidos, esto implica lucidez respecto a lo que ves, hueles, pruebas, sientes y escuchas. El problema con las drogas y los excesos es que pueden llegar a causar el efecto contrario: quitarte la consciencia de tus sentidos y, por lo tanto, pueden impedirte el placer sensual en toda su amplitud.
Es más fácil decirlo que hacerlo, lo sabemos, pero es parte esencial de una actitud rockera y Kinky: aceptar las decisiones que has tomado durante tu vida y verlas todas sin arrepentimientos. Tanto las cosas que percibes como buenas, como aquellas que consideras malas experiencias o decisiones en tu historia de vida, todas te han enseñado y todas han abonado para conformar a la persona que eres hoy; así que, en lugar de lamentarte, aprende de todo tu pasado y verás que te sentirás mucho más libre.
Recuerda que el estilo rockero así como el estilo de vida Kinky es, ante todo, una actitud, por eso no nos clavaremos tanto en decirte cómo vestirte; pero sí te diremos un par de cosas al respecto. Recuerda que la forma en que vestimos tiene siempre connotaciones y, en el caso de las vestimentas relacionadas con la música o con subculturas, no solo comunica cosas de ti sino que también implica un legado cultural e histórico importante.
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Por eso, te recomendamos que, si deseas adoptar un estilo de vestimenta muy radical onda Sex Pistols o con toques de goth-rock, te metas más en esa cultura para que no corras el riesgo de solo verte “poser”: investiga los orígenes del punk, lee a Edgar Allan Poe, empápate de arquitectura gótica, etc. Es decir, acércate a los referentes culturales que dieron paso al estilo de vestimenta que deseas adoptar; eso hará que estés más seguro(a) de tu decisión y que seas natural y congruente con ella.
Si algo tienen en común todos nuestros ídolos rockeros de la historia es que, si hacían música, lo hacían porque era lo que más amaban en la vida, no cabía la menor duda de ello. Sabemos que es fácil quedar atrapado en las responsabilidades del día a día y olvidar de pronto lo que más amamos hacer, pero justo de eso es de lo que se trata la actitud rockera: de dejar de tener miedo al qué dirán, de dejar de vivir tu vida porque así “tienes” que hacerlo y atreverte a hacer lo que más amas y lo que más disfrutas.
¡Atrévete!
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