Cuando se trata de relaciones de pareja, una de las grandes preguntas que en algún momento hemos o nos han hecho es: ¿perdonarías una infidelidad? Y aunque la respuesta depende mucho de las circunstancias, el día de hoy te queremos hablar del perdón, no solo en la pareja, sino el perdón en general como una herramienta de sanación personal; porque estamos convencidos de que saber perdonar también te hace una persona Kinky.
Y es que en la vida, inevitablemente, siempre habrá gente que nos lastime, con o sin la intención de hacerlo: la traición de un amigo, la ruptura de una pareja, desavenencias familiares, etc. Sin importar la situación específica, siempre tendremos en nuestro archivero mental una sección con determinadas personas a las que les guardamos algún rencor, por pequeño que este sea.
El problema es que esa “sección” de nuestra mente en la que guardamos rencores tiene la facilidad de expandirse como esponja hasta ocupar un lugar preferencial dentro de nuestro ser. Dicho simple y llanamente, la falta de perdón se vuelca siempre en nuestra contra y termina haciéndonos mucho daño tanto emocional (incapacidad de establecer relaciones, ansiedad, depresión) como físico (enfermedades somatizadas, por ejemplo).
Además, así como hay gente que nos ha lastimado, aunque no nos guste aceptarlo también nosotros hemos lastimado a otras personas; la vida y todas las interacciones humanas también están hechas de conflictos, y la verdadera esencia Kinky no está en evitarlos, sino en saber superarlos, en lograr empatía y en ser capaz de hacer por el otro lo que nos gustaría que hicieran por nosotros.
En Let’s Kinky creemos que perdonar a la gente que nos ha lastimado es no solo la más noble, sino la única manera de sanar las heridas. Aunque no siempre es fácil (ni rápido), perdonar te traerá paz, te permitirá fluir y continuar con tu vida y, por supuesto, hará de ti una persona 100% Kinky.
¡Hazte Kinky!
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