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Todos hemos hecho alguna tontería en la cama alguna vez; y, seamos honestos, siempre se cometen errores (no creamos que nunca nos va a pasar), pero quizá si somos conscientes de los errores más comunes que se cometen en el sexo, quizá nos ayude a no regarla tan seguido. Por eso te regalamos este listado, para que eches ojo, te rías un poco y, de ser posible, aprendas en cabeza ajena.
Lo errores de ellos
1. Olvidarse del foreplay
Siempre te diremos que sin el foreplay es mucho más difícil que la mujer llegue al orgasmo. ¿Por qué? Simplemente porque, a diferencia del hombre que lo hace en 2 minutos, a ella le toma de 15 a 20 minutos llegar a su punto máximo de excitación. Y tristemente, la mayoría de las mujeres reporta que a ellos se les suele olvidar esto y quieren pasar a la penetración casi de inmediato.
2. Ser torpe con su clítoris
Ok. Sabemos que no es fácil entender cómo funciona el clítoris de las mujeres (pues, además funciona y reacciona diferente según la mujer), pero la mayoría de los hombres cometen el error de, o no encontrarlo, o ser demasiado rudos con él (el clásico agarrar su clítoris de lavadero o pellizcarlo con demasiada fuerza).
3. No intimar después del sexo
Queja común de muchísimas mujeres: que acabe el acto sexual tal cual y que ellos se duerman o se levanten como si nada a ver la tele o a comer algo. Lo que la mayoría de las mujeres quieren es un poco de intimidad después del sexo: que se recuesten juntos unos minutos, que se abracen y se besen o platiquen un poco.
4. No tener tacto al hablar sucio
Muchos hombres quieren intentar el dirty talking y muchas mujeres lo piden pues para ellas el oído es un sentido muy Kinky. El problema es que muchos hombres no saben cómo hacerlo y empiezan con cosas muy rudas o que a ellas no les encanta oír (a menos que lo exprese previamente), como decirles “puta” o hablar de “fisting” o temas así sin tacto ni sensualidad alguna.
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5. Venirse demasiado pronto
Y bueno, este no necesita mayor explicación, ¿cierto? Es sabido que, si el hombre se viene, tardará un rato en recuperar una erección; por lo tanto, si se viene y ella no ha alcanzado el clímax, pues se quedará con las ganas, cosa que a ninguna chica le gusta.
Los errores de ellas
1. No tener iniciativa
Una de las principales quejas de los hombres es que la mayoría de las mujeres no toman las riendas y solo esperan a que el hombre dé el primer paso. Algunas veces puede estar bien, pero es cansado para ellos saber que siempre tienen que mostrar la iniciativa, ellos también quieren que ellas propongan.
2. Fingir orgasmos
Más del 80% de las mujeres reportan haber fingido un orgasmo alguna vez (incluso algunas reportan que es algo cotidiano). Por su parte, los hombres reportan que muchas veces se lo imaginan y que, si lo confirman, es de lo más gacho que les puede pasar. Prefieren mil veces saber que no llegó al orgasmo y así pueden trabajar en cómo lograrlo para la próxima.
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3. Querer siempre hacerlo a oscuras
Al hombre le gusta ver, le excita realmente ver a su pareja. Sin embargo, muchas mujeres, por temas de inseguridad, insisten en hacerlo con la luz apagada. Una que otra vez está padrísimo, incluso puede ser parte de un juego para estimular los otros sentidos, pero no siempre; repetimos, ellos quieren ver el cuerpo y los gestos de su pareja.
4. Siempre querer en la misma posición
Muchos hombres reportan también que ellas no son muy atrevidas respecto a intentar posturas o prácticas nuevas, como que les da pena. Quizá tenga que ver con la educación machista que ha tratado de “zorras” a las mujeres atrevidas que quieren probar y experimentar; pero es hora de que superemos eso, la realidad es que ellos sí quieren a una mujer atrevida.
5. Preocuparse de más por su apariencia
Tiene que ver con el punto tres. La mayoría de las mujeres se preocupan demasiado por cómo se ven (que si la lonjita, las estrías, la piel de naranja, etc.) y creen de verdad que el hombre estará durante todo el encuentro fijándose en eso. La realidad (confirmada por los mismos hombres) es que ellos están disfrutando y no viendo los “defectos” que ella cree tener.
¡Hazte Kinky!
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