En toda relación humana, las personas juegan siempre roles y se presentan dualidades: dominante/dominado, fuerte/débil, activo/pasivo, amo/servidor, etc. Obviamente, no siempre se presentan de forma tan radical, incluso a veces pareciera que no existieran; sin embargo, en lo que toca al sexo, suele ser más evidente: normalmente, en la pareja, uno suele llevar la batuta y tomar la iniciativa, mientras que el otro sigue y acepta.
Esto ocurre incluso aunque la pareja no esté metida en juegos de rol y/o de sumisión. Siempre se juegan roles; pero esto es mucho más notorio y comentado en las relaciones homosexuales, particularmente entre dos hombres. Así que hoy dedicaremos este espacio a hablar sobre el tema: ¿a qué se refiere precisamente la gente cuando dice que un hombre es pasivo o activo en la relación?
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Obviamente, antes de explicar cada rol, es importante aclarar algo muy importante: los roles no siempre son fijos o permanentes; es decir, un hombre puede unas veces ser activo y otras ser pasivo, incluso esto puede cambiar con la pareja: con una pareja puede haber sido siempre activo, pero con otra pareja se siente cómodo cambiando de roles. Depende del gusto de cada quien y de la confianza que se genere con la pareja.
Normalmente se habla de que un hombre es activo cuando este es el que penetra en la relación sexual; como incluso visualmente es el que está “por encima” del otro, por eso se le conoce como activo (o en argot: el sopla-nucas). Sin embargo, según muchos estudios, este rol no suele estar limitado al ámbito sexual, ya que en un 90% de los casos el hombre activo es también dominante en otros aspectos de la relación, como en tomar decisiones o ser más protector.
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Tomando en cuenta lo anterior, no es difícil deducir que el hombre pasivo es entonces aquel que es penetrado durante la relación sexual; vulgarmente, también se le conoce como “muerde-almohadas” (solo imagina la escena para saber por qué). Igual que en el caso anterior, suele ser una personalidad que toma menos la iniciativa, que le gusta más ser cuidado y protegido y seguir las propuestas de su pareja.
Ahora que hemos distinguido activo de pasivo, es hora de decir que la realidad nunca suele ser tan radical; en el mundo real de las relaciones gays, la mayoría son versátiles, es decir, que cambian entre pasivos y activos según las ganas; claro que muchos tienen su rol favorito, pero por lo general están abiertos a variar, sobre todo cuando están en una relación estable y se trata de salir de la rutina y experimentar con la pareja.
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