No es secreto para nadie que el área anal es una de las zonas más controvertidas cuando hablamos de relaciones eróticas. Sigue siendo una zona tabú; nos gusta pero nos asusta, o quizá a muchos les asusta tanto que ni siquiera se atreven a explorar si les gusta. Por eso hoy te queremos hablar de una práctica especial para que los principiantes puedan ir descubriendo gradualmente los placeres de la estimulación anal.
Pero antes que nada, te diremos por qué podría ser una buena idea intentarlo. Obviamente, si no se te antoja en lo más mínimo, no tienes por qué probar nada; pero si te da algo de curiosidad, no lo dudes tanto. La zona anal está llena de terminales nerviosas, por lo que puede provocar inmenso placer; en especial para los hombres, pues es la puerta de entrada para estimular la próstata (el equivalente al punto G femenino).
Fingering viene de la palabra inglesa finger (dedo), así que el anal fingering es una práctica que consiste en estimular el ano (tanto por fuera como por dentro, según tu experiencia) únicamente con los dedos. Es ideal para quienes quieran iniciarse en estas artes, pues enfrentarte como principiante a un plug anal o a un dildo, puede ser bastante atemorizante; en cambio, los dedos son delgados y se tiene más control de los movimientos.
1. Ve poco a poco
Si tu pareja nunca ha explorado los placeres anales, ni se te ocurra empezar insertando un dedo (no, ni uno). Lo primero que tienes que hacer es estimular la zona por fuera, como masajeando y aplicando un poco de presión. Si tu pareja se relaja y tú sabes construir el foreplay, tú mismo sentirás si los músculos se han distendido lo suficiente como para intentar una penetración muy suave. Recuerda: ¡la clave está en ir poco a poco!
2. Usa mucho lubricante
No nos cansaremos de recordarte que, a diferencia de las zonas genitales primarias (vagina y pene), el ano simplemente no lubrica de forma natural, así que parte de cuidar a tu pareja en este tipo de prácticas es que uses mucho lubricante; esto facilitará los roces y además puedes usar un lubricante térmico, lo cual le pondrá un toque súper rico y reforzará las sensaciones placenteras.
3. Protegerse y no lastimar
Antes que nada, por favor asegúrate de tener tus uñas cortas y bien limadas; podría parecer que está demás advertir esto, pero créenos, nunca está demás: la zona es muy sensible y cualquier pequeña lastimadura puede ser muy dolorosa. Luego, aplica lubricante y, finalmente, te recomendamos que compres condones para dedo para que se sientan más seguros y tranquilos.
4. Siempre atento a las reacciones de tu pareja
Aunque se diga por ahí que todo el mundo ama el sexo anal, la realidad no es así, así que no asumas nada y observa cuidadosamente las reacciones de tu pareja: si reacciona positivamente y le está gustando, puedes avanzar en la estimulación; pero si lo ves incómodo(a) y no está disfrutando, para y dile que pueden intentarlo en otro momento y que no harán nada con lo que no estén ambos a gusto.
Y tú ¿te atreves?
Obviamente, siempre será bueno comenzar con algo así antes de saltar directo al sexo anal, pero si ustedes ya llegaron a ese nivel, chéquense esto: Las mejores posiciones para sexo anal