Coincidimos en que el sexo debe ser algo placentero y en que lo último que debería provocar es dolor, ¿cierto? Sin embargo, es bastante común (aunque muchas mujeres no lo comenten incluso con sus parejas) experimentar una sensación de ardor después de tener relaciones sexuales. Dependiendo de varios factores, esta percepción puede ir desde una leve irritación hasta un franco dolor o sensación de quemazón. A continuación te compartimos cuáles son las principales causas de esto y qué puedes hacer.
Seguramente esta será la causa que menos te moleste. Es bastante común que después de un maratón sexual sientas ardor en la parte exterior de la vagina y en la vulva. Esto puede ocurrir, o por falta de lubricación, o simplemente porque al tener sexo muchas veces seguidas, no le das tiempo a tu vagina para “recuperarse” y restaurar su ecosistema y Ph naturales; digamos que se irrita por tanta fricción, no hay más.
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Solución: Es muy sencillo. Te recomendamos darte un pequeño descanso, pues si el ardor proviene de la fricción de la penetración, si sigues cogiendo seguirás irritando la zona. Después de un día o dos de descanso (durante los cuales puedes hacer muchas otras cosas que no impliquen penetración), vuelve a tu actividad normal pero usa lubricante extra para minimizar la fricción.
Bien, aquí ya entramos a temas no tan agradables. Si tienes ardor después del sexo y no es por la causa anterior, la siguiente razón más común es algún tipo de infección; puede tratarse de una vaginosis bacteriana (crecimiento excesivo de bacterias en la zona), de una infección de vías urinarias (que en las mujeres suele bajarse a genitales), de una micosis (infección causada por hongos) o de una infección de transmisión sexual, como la clamidia o la gonorrea.
Solución: En cualquiera de los casos anteriores, el dolor o ardor suele ir acompañado de mal olor y flujo no transparente; así que si identificas esto, la mejor solución que puede haber es acudir a tu médico, que te haga los exámenes necesarios y, después de que te dé el tratamiento correspondiente, recuerda mantener una buena higiene y usar preservativo en todas tus interacciones sexuales.
Si eres de piel sensible, es posible que una gran variedad de factores externos provoquen irritación en tu vulva (ojo, en estos casos la irritación será solo externa, ni interna). Dependiendo de tu sensibilidad, puede ir desde el sudor (si por ejemplo, hiciste ejercicio y no te bañaste después), el uso de pantiprotectores o toallas femeninas perfumadas, ropa interior sintética o hasta el uso de un detergente muy fuerte.
Solución: No es tan difícil, solo recuerda los hábitos para prevenir infecciones vaginales: siempre báñate después de sudar mucho, recuerda NO usar nada perfumado en tu zona íntima: ni jabones, ni toallas sanitarias, ni toallitas limpiadoras; procura usar calzones de algodón y, si eres muy sensible, compra un detergente neutro.
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Los cambios hormonales no causan el ardor directamente, sino que provocan sequedad vaginal y esta propicia la fricción excesiva durante el sexo. Los cambios hormonales pueden tener muchas causas: el embarazo, la menopausia, el uso de la píldora anticonceptiva, el Síndrome de Ovario Poliquístico, etc. También puede afectar el hecho de que cambies de pastilla anticonceptiva o te pongas un dispositivo intrauterino.
Solución: En estos casos, como en los casos de infecciones, lo más recomendable es que acudas con tu médico de cabecera, quien sabrá diagnosticarte y darte el mejor tratamiento para que disfrutes en plenitud de tu vida sexual.
¡Cuídate y Hazte Kinky!
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