A veces los roles de género te hacen tener miedo de decirle que te interesa para algo en serio, aquí te ayudamos a lograrlo
Hace algunos años aún se creía en la idea preconcebida de que siempre es la mujer la que busca “formalizar” una relación; ya sabes, los clásicos estereotipos de que el hombre sólo quiere “pasarla bien” y la mujer es la que siempre quiere “hablar” y definir la relación. Pero no todos los hombres le huyen al compromiso y, aunque quizá haya algo de cierto en lo anterior, los tiempos han cambiado y los roles de género se han diversificado.
Así es, las relaciones ya no funcionan como hace algunas décadas: antes, era muy mal visto que dos personas acabaran en la cama – o que tan solo se besaran – en la primera o segunda cita, hoy ya no suele ser mal visto e incluso es bastante común pues para muchas personas es básico comprobar que exista buena química sexual antes de aventarse en serio con alguien, es completamente válido y respetable.
Hoy en día, es tan válido que una mujer sólo quiera sexo, como que un hombre desee una relación seria y formal; sin embargo, como los roles de género tradicionales nos han marcado inevitablemente, muchos hombres no tienen idea de cómo dejarle claro a la susodicha que quieren algo más, que aunque todo haya empezado con un beso o un acostón, les interesa intentar algo serio.
Pero para eso estamos nosotros y te daremos algunos tips para que lo hagas como un profesional; no solamente se trata de sentarla en un café y soltar la clásica frase: “tengo que decirte algo”. Claro que en algún punto tendrás que decirlo explícitamente, pero la primera fase se basa en señales y actitudes más que en palabras, pon atención:
¡No te pierdas del mapa! Lo primero que tienes que procurar es hacerte presente. Si después de que se vieron una o dos veces, dejas pasar cuatro, cinco días y no la contactas, ella pensará que sólo querías pasar el rato; así que olvídate de la pena y mándale un mensajito en el momento en que sientas el deseo de hacerlo, sólo contrólate y no caigas en el extremo de mandarle tres mensajes al día y saturarla.
Invítala a salir a diferentes lugares y en diferentes momentos; por ejemplo, si todas sus citas son de noche, podría malinterpretarse como un “sólo quiero fiesta y de ahí llevarte a un hotel”; así que ponte creativo y utiliza las citas para crear intimidad emocional con ella, hay mil opciones para hacerlo: parques, restaurantes, teatro, cine, paseos en bici, neverías, etcétera. ¡En nuestra sección Lugares Hot encontrarás muchísimas ideas!
En el momento en que empiezas a compartir detalles sobre tu vida y anécdotas personales estás mandando la señal correcta, pues cuando no te interesa más que sexo no sueles tener este tipo de conversaciones. Eso sí, ten mucho cuidado de no hablar sólo de ti; muestra interés por su vida, pregúntale cosas, déjala hablar e involúcrate con lo que te esté contando; si realmente hay conexión entre ambos no tendrás que fingirlo, será completamente natural y espontáneo.
No tienes que gastar miles de pesos ni mucho menos, pero pequeños detalles cuando se vean le transmitirán tu interés: una flor, un chocolate, o algo que en alguna conversación ella haya expresado que le gusta; no te podemos decir exactamente qué darle, ya que eso dependerá de tu personalidad, de sus gustos y de lo que sientas en el momento. Por otro lado, los actos de caballerosidad nunca pasan de moda y mandan el mensaje correcto: tomarla de la mano, abrirle la puerta del coche u ofrecerle la silla para que se siente la harán sentir cuidada y especial.
Después de un tiempo de apostarle a las señales y actitudes, entonces sí puedes contemplar decirle directamente lo que quieres. No lo planees en exceso, sólo aprovecha un momento en que estén solos y tranquilos y dile, con todas las palabras, lo que sientes: que te gusta y que te interesa en serio, que quieres compartir momentos especiales con ella o lo que sea que en ese momento te salga del corazón, recuerda que mientras más espontáneo, mucho mejor.
Y recuerda, lo más importante es que dejes que las cosas fluyan, no intentes forzar las situaciones pero tampoco te hagas el desinteresado; en esto, como en todo, se trata de encontrar el punto medio y de ser honesto contigo mismo y con ella. ¡Suerte!
¡Atrévete!
Ahora que si las cosas no salieron como esperabas, checa estos consejos si no quieres caer en la friendzone: Señor de las relaciones: ¡líbranos de la friendzone!