Sí, ya estamos en pleno siglo XXI y sigue existiendo gente que piensa que la virginidad es una virtud y la falta de ella un pecado mortal. La realidad es que la virginidad es un concepto socialmente construido desde las creencias religiosas del catolicismo, que ha sido utilizado durante mucho tiempo para medir la pureza y la moralidad de una persona, especialmente en el caso de las mujeres. Sin embargo, es importante desmitificar este concepto y entender que la virginidad no es algo físico o biológico que se pueda medir o verificar para calificar las cualidades de un ser humano.
Para lograr deshacernos de esas ideas retrógradas que ponen el valor de una persona en una relación directa con su sexualidad, es importante abordar algunos de los mitos comunes relacionados con el concepto:
No te pierdas: El poder del activismo lésbico en México
Para desmitificar la virginidad, tenemos que educarnos sobre la importancia de tomar decisiones informadas y respetuosas sobre la propia sexualidad. Esto incluye hablar sobre el consentimiento mutuo, la prevención de enfermedades de transmisión sexual y el uso de métodos anticonceptivos. Además, es importante fomentar una cultura en la que no se juzgue a las personas por su historia sexual o su identidad sexual. Así que si piensas que las ideas de virginidad impuestas han envenenado tu autopercepción, es el momento perfecto para deshacerte de ellas y comenzar a aprender una forma más humana y compasiva de verte a ti misma.
Desmitificar la virginidad ayuda a que las personas comprendan que la sexualidad es un espectro y que no hay una única forma correcta de expresarla.
Cuando se comprende que la virginidad es un concepto socialmente construido y no una medida de la moralidad o la pureza, puedes enfocarte en aspectos más importantes como la comunicación, el consentimiento, el uso de métodos anticonceptivos y la prevención de enfermedades de transmisión sexual.
Ojo: la idea de que las personas que han tenido relaciones sexuales son inmorales o impuras puede llevar a la discriminación y el estigma hacia aquellos que no cumplen con estas expectativas. Desmitificar la virginidad ayuda a reducir este estigma y a promover una cultura más inclusiva y respetuosa.
Cuida tus ideas y tus creencias, ¡hazte Kinky!
Continúa leyendo: Prácticas sexuales imperdibles en 2023