¿Cómo se siente un anilingus?

El beso negro o anilingus es una de las prácticas sexuales que más morbo provocan, es el clásico “me asusta pero me gusta” o, para ser más precisos, me asusta pero se me antoja. Y es que el ano es un lugar cuyo erotismo proviene, en gran medida, de su condición de “prohibido”, de “sucio”; por eso, muchas personas sienten el deseo de hacer o que les hagan un anilingus, pero no se atreven, pues les gana el miedo o la autocensura. 

Así que si tú eres de esos que tienen ganas pero aún no se animan, el día de hoy te contaremos todo lo que necesitas saber para lanzarte a esta aventura: te diremos qué se siente realizarlo y qué se siente que te lo hagan. Obviamente, lo que aquí pongamos será basado en las experiencias de una mayoría, pero siempre cabe la posibilidad de que para ti sea diferente, se trata solo de una guía para que te des una idea de qué te podría esperar. 

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¿Qué se siente hacerlo?

La mayoría de las personas que han hablado al respecto coinciden en que, al principio, temían que no les fuera a gustar y que, al final, terminó encantándoles. Primero que nada, es obvio que debe haber una buena higiene por parte de tu compañero(a), de otra forma nunca será agradable; pero si se cumple este requisito básico, puede sorprenderte gratamente y te aseguramos que experimentarás sensaciones nuevas y muy placenteras.

Muchas personas mencionan la suavidad de la piel alrededor del ano y todo mundo coincide en que la cosa se vuelve mucho más excitante conforme la persona que lo está recibiendo se excita más y más: la excitación de tu pareja y los movimientos de placer que haga te pondrán al 1000. Además, es también una constante mencionar lo excitante de tener el trasero de tu compañero(a) en tu cara, y poder apretarlo o darle nalgadas. 

Ya dijimos que la higiene es básica, pero si aún tienes inquietud respecto a posibles olores o sabores desagradables (la gran preocupación de la mayoría), te damos dos consejos básicos: primero, usa una sábana de látex, la pones directamente sobre el ano y empiezas a lamer, tu pareja sentirá exactamente igual. Ahora bien, si lo haces con tu pareja de confianza y no utilizan barreras de protección, entonces ten a la mano una toallita húmeda y pásala por la zona antes de hundirte en ella, solo para prevenir. 

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¿Qué se siente que te lo hagan?

Este aspecto es, lógicamente, un poco más subjetivo, pues cada quien expresa sus sensaciones de placer de forma muy distinta; por ello, te compartiremos un par de declaraciones que expresan muy bien lo que se puede llegar a sentir. El portal Men’s Health recolectó varios testimonios de personas que hablan sobre lo que sienten al recibir un beso negro, te compartimos las que nos parecieron más interesantes: 

Leland, 36 años: “Se siente cálido y eléctrico. Si lo hacen suave y sensualmente, esa sensación se esparce lentamente por todo mi cuerpo, es casi reconfortante; si lo hacen rudo y apasionado, me desgarra, iluminando mis sentidos. Me hace ser consciente de cada sensación en mi cuerpo a detalle”. 

Kiel, 28 años: “La sensación es cálida y húmeda, localizada y con un hormigueo. Es la sensación de algo tan cálido y maleable que te abre y hace cosas que un pene no puede hacer. Y si añades los sonidos del hombre volviéndose loco y mis propios gemidos… es básicamente el momento perfecto”.

Se antoja, ¿no? ¡Atrévete!

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