La clave para disfrutar está en jugar con las posibilidades del agua y contrarrestar sus limitantes. Por ejemplo, las penetraciones pudieran dificultarse y hasta ser dolorosas porque el vaivén del agua de la alberca Kinky, lava –literal- los fluidos necesarios o sea, la lubricación natural de la vagina; especialmente en la entrada, en el vestíbulo vaginal. Y obvio, si esa zona está seca, aunque la excitación haya permitido que el interior vaginal esté húmedo, el paso de los primeros embates del pene pueden resultar tirantes y crear mini laceraciones en los genitales de ambos. Pero si desde el foreplay aplican nuestros consejos a prueba de agua, será una experiencia orgásmica para ambos. ¿Listos?
Necesitarás: Un 2 in 1, o sea un lubricante que también funcione como aceite de masajes. Lo consigues en sex shops y una marca de condones mexicana también lo fabrica; de venta en farmacias y súpers.
Ambos deben estar totalmente desnudos. Tomen una buena cantidad de lubricante y comiencen a masajear todo su cuerpo; excepto los genitales.
Algunas ideas:
Necesitarás un lubricante espeso, con base de silicona; o el mismo 2 in 1 porque puede usarse en genitales.
La estrategia es lubricar el pene y vestíbulo vaginal tanto como sea posible.
Algunas ideas:
Una vez que entren en contacto con el agua, notarán por qué debían cubrir sus cuerpos con aceite. La sensación se maximiza al tacto y las manos son mucho más hábiles al ritmo de los estímulos. Otro plus está en la libertad de movimiento porque pesan mucho menos y las posiciones sexuales serán increíbles y sin esfuerzo. Muy importante, no tarden demasiado en comenzar con la penetración ya que aunque sus genitales están colmados de lubricante, deben aprovecharlo al máximo.
Si ya te decidiste a tener la mejor sesión erótica acuática de tu vida, descubre los mejores lugares para hacerla aquí