Hace cien años, hace veinte y aún hoy en día, la pregunta “¿qué quieren las mujeres?” sigue latente en las cabezas de todos. Así que para aquellos que alguna vez se lo han preguntado y realmente les interesa la respuesta, aquí reunimos 5 cosas que normalmente las mujeres no se atreven a decirles a sus parejas, pero que sí comentan entre ellas o con el psicólogo. Pon atención a estos secretos develados:
Así es. Aunque siempre te hemos insistido en la importancia del foreplay como tal (besos, caricias, etc.) antes de la penetración; la realidad es que para las mujeres el foreplay se construye durante todo el día con pequeñas actitudes que la harán sentir más ganas de ti, como lavar los trastes, hacerle un rico desayuno, abrazarla mientras ven una serie, etc. O sea, a ellas realmente les excita toda una jornada de pasarla increíble en pareja.
Muchas mujeres se quejan en secreto de que es sumamente difícil que un hombre no solo vea el sexo como sexo, sino realmente como un momento de conexión e intimidad. En ese sentido, les encanta que un hombre sea propositivo y las sorprenda de pronto con unas velas, con un masaje o cualquier cosa que se note planeada, que muestre que le pensaste un poquito, que te importan los detalles del encuentro y no solo el momento del sexo.
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Claro que este punto dependerá mucho de cada mujer en particular, habrá algunas más pasionales y otras más tiernas; pero en general, aun aquellas que se consideran más apasionadas y desenfrenadas, siempre disfrutarán y agradecerán momentos de ternura en que solo la acaricies y la beses sin la intención previa de llegar al coito. Claro, como la ternura es súper sensual para las mujeres, a veces el sexo puede llegar en consecuencia, pero lo que les encanta es sentir que no es lo único que te importa.
Esto sí es regla sin excepción. No importa si tu mujer es delgada, complexión media, gordita, musculosa, chaparrita, alta, con o sin bubis… el punto es que tooodas las mujeres tienen algunas inseguridades y, si bien no se trata de sacarlas a relucir, el punto es que realmente la hagas sentir bella y sexy: repítele a cada rato lo mucho que te gusta, lo sensual que la consideras, lo que más te gusta de ella físicamente, etc.
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Obviamente hay muchísimos aspectos del respeto, pero en general se trata de asumir sus gustos y decisiones con felicidad y sin chantajes emocionales. Respeta su libertad y no la celes, respeta sus decisiones y no le insistas en cosas que no quiere, respeta su cuerpo y su femineidad y no le exijas cumplir tus estándares de lo que “debe o no debe” ser una mujer. Es muy fácil: si te “cuesta trabajo” hacer lo anterior, quizá deberías reconsiderar la relación y tus expectativas de pareja.
Como verás, aunque suena a tópico muy gastado, es verdad que en la mayoría de los casos los hombres y las mujeres piensan de manera diferente sobre el sexo y sobre todo lo que hay a su alrededor. No necesariamente les excitan las mismas cosas y no son igual de importantes ciertas cosas; así que nunca cae mal trabajar un poquito la empatía para que nuestras relaciones emocionales y sexuales mejoren y sean más placenteras.
¡Atrévete!
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