Demasiado ejercicio, poco sexo

No tenemos que decirte las muchas ventajas de llevar un estilo de vida activo y de hacer ejercicio, en todos lados lo dicen y lo repiten: mejor ánimo, más autoestima, mejor salud, más años de vida… Y sí, el ejercicio es fundamental para llevar una vida sana; sin embargo, como todo en la vida, cuando llevamos las cosas al extremo, por más saludables que éstas sean, pueden terminar afectándote o volviéndose nocivas.

Y justamente esto es lo que pasa con el tema del ejercicio y el sexo. Está comprobado que hacer ejercicio te ayuda a mejorar tu vida sexual, ya que liberas más testosterona y te sientes más activo; incluso se suele recomendar hacer ejercicio en pareja como una especie de terapia. Pero si de pronto te empiezas a obsesionar con el gym y comienzas a hacer ejercicio en exceso, los efectos sobre tu vida sexual pueden no gustarte. 

Nada en exceso es bueno

Como siempre ha causado curiosidad el tema de la relación entre la actividad física y la actividad sexual, muchos estudios se han hecho al respecto, pero el más reciente de ellos deja las cosas muy claras: el ejercicio moderado ayuda a incrementar la libido pues sube los niveles de testosterona; pero el ejercicio extremo y extenuante causa el efecto contrario: los niveles de testosterona bajan y, en consecuencia, el deseo también.

Este estudio se llevó a cabo en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill; y para llevarlo a cabo entrevistaron a más de 1,100 hombres, algunos atletas de alto rendimiento y otros con actividad física normal. Al final encontraron que “los que seguían rutinas moderadas o suaves presentaron un nivel de deseo sexual moderado o alto, mientras que los que entrenaban en forma prolongada e intensa tenían menos interés en el sexo.”

Buscando el punto medio

Entonces, ¿hacer o no hacer ejercicio? La respuesta es contundente: debes hacer ejercicio, pero no excederte. En Let’s Kinky te hablamos constantemente de la importancia del equilibrio y de buscar el punto medio en todos los aspectos de tu vida; sabemos que no siempre es fácil, pero es lo único que te va a ayudar a encontrar esa plenitud Kinky de la que tanto hablamos.

Recuerda que todo en exceso puede ser dañino. El sexo es fantástico, el ejercicio es sumamente saludable, beber agua es bueno para la salud… pero así como existe la ninfomanía, existe la vigorexia y la potomanía; y ninguno de los anteriores son favorables para un estilo de vida Kinky. Así que ya sabes, no te obsesiones con ir al gym 5 horas a diario, busca la cantidad justa para tu cuerpo, edad y estado de salud y disfruta de una mejor vida sexual.

¡Hazte Kinky!

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