Respecto a las orientaciones o tipos de sexualidades, seguro habrás notado que cada vez hay más y más términos para definir un amplísimo abanico de comportamientos y preferencias sexuales. Esto ha sido un tema bastante controvertido: están quienes afirman que se ha llegado a un exceso en el que se pretende etiquetar y categorizar todas las variantes posibles en que una persona puede elegir vivenciar su sexualidad.
Pero también están quienes defienden estas rotulaciones recientes (como la inter o la demisexualidad), argumentando que son la mejor manera de identificar y, sobre todo, visibilizar a los individuos que expresan su sexualidad fuera de los patrones impuestos por la sociedad. Independientemente de a qué bando pertenezcas, es un hecho que en algún punto te toparás -más que nada en redes sociales- con un término con el que quizá te identifiques.
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El día de hoy te hablaremos de una palabrita que ha tomado relevancia en últimos tiempos: se trata de la lithsexualidad. ¿Qué significa? ¿Cómo es un hombre lithsexual? ¿Podrías serlo tú? En esta nota responderemos a todos esos cuestionamientos, además te diremos lo que opinan algunos psicólogos sobre esta orientación y te contaremos lo que significa cada color de su bandera (sí, hay una bandera de la lithsexualidad).
La definición más completa e inclusiva que hemos encontrado refiere que la persona lithsexual es aquella que, sin importar su sexo o identidad de género, se siente atraída por cualquier otra persona (que puede ser hetero, homo, bi, etc.), con la condición de no ser correspondido(a). Dicho de forma más simple, un hombre lithsexual puede sentirse atraído por una mujer o por otro hombre, siempre y cuando no sea recíproco.
Puede que esto no te suene tan extraño o alejado de tus vivencias pasadas. ¿Quién no ha vivido alguna vez la experiencia de que, en cuanto la persona que te gusta te hace caso, entonces dejas de sentir interés hacia ella? Podríamos aventurarnos a decir que prácticamente a todos les ha pasado alguna vez, pues constituye un mecanismo psicológico bastante común el desear lo que no se puede tener.
Sin embargo, no basta con que te haya pasado una vez para que te puedas asumir como lithsexual. El punto aquí es que sea algo recurrente; es decir, siempre que te enamoras de alguien es porque no existe atracción recíproca y, si por alguna circunstancia, el otro empieza a mostrar interés en ti, entonces tu atracción o deseo se extingue. Si te ocurre eso todo el tiempo, entonces efectivamente podrías ser lithsexual.
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Algunos psicólogos advierten que no sería sano considerar esto como una “orientación sexual” pues, desde una perspectiva psíquica, estaríamos hablando más bien de un comportamiento patológico que, en realidad, muestra o un miedo tremendo o una negación absoluta a involucrarse emocional y/o sexualmente con alguien más; por eso, en cuanto se vuelve recíproco se acaba la atracción, porque en realidad no quieren ninguna relación y prefieren mantener todo en el terreno de lo ideal.
Sin embargo, los militantes de la lithsexualidad insisten en considerarla una forma válida de asumirse y de llevar su vida sexual y amorosa; incluso tienen ya una bandera que se compone de cinco franjas horizontales con colores que significan algo en particular: el rojo, la sociedad; el naranja, la lithsexualidad tal cual; el amarillo, la diversidad; el blanco, el idealismo; y el negro, el aspecto asexual. Y tú, ¿qué opinas de esta tendencia?
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