Desde hace varios años, la industria se ha preocupado -afortunadamente- por generar mejores opciones para contener la menstruación; ante la consciencia de la contaminación generada por las toallas sanitarias y los riesgos para la salud de los tampones, surgen opciones más amigables para el ambiente y más cómodas y seguras para las mujeres: las copas menstruales son un ejemplo y, más recientemente, los discos menstruales.
Un disco menstrual es un dispositivo parecido a la copa menstrual en el sentido de que también se inserta en la vagina y recolecta la menstruación, pero difieren básicamente en el lugar en el que se mantienen dentro de ti. La copa se queda en el canal vaginal, debajo del cuello uterino; mientras que el disco entra hasta el fórnix, que es donde el canal vaginal se encuentra con el cuello uterino.
Te podría interesar: Esponjas vaginales: una opción para tener sexo en tus días
Esta diferencia hace que el disco tenga más ventajas: de acuerdo a los fabricantes, un disco brinda 12 horas de protección con un flujo medio, te permite tener relaciones sexuales sin problemas e incluso ayuda a minimizar los cólicos. Sin embargo, los discos no suelen ser reusables como las copas (punto para las copas), por lo que si lo que te preocupa es el medio ambiente, puede que no sean la mejor opción.
Colocar el disco requiere un poco de práctica, pero una vez que esté adentro, no lo sentirás en absoluto. Lo primero (después de lavarte bien las manos) es colocarte en una posición cómoda para ti (igual que con la copa); luego, aprieta los lados del disco hasta que tenga el tamaño de un tampón, insértalo y empújalo hacia abajo y hacia atrás; asegúrate de empujarlo más allá del hueso púbico para que quede justo por encima del hueso.
¿Y para quitarlo? Se quita como una copa, pero como el disco es flexible, puede ser un poco más complicado que las copas cuando se trata de extraerlo, así que lo principal es que, al momento de quitarlo, estés sobre el escusado, pues no querrás estar en otro lugar en caso de un derrame accidental. La clave (y eso requiere práctica) es mantenerlo lo más nivelado posible cuando lo saques para no derramar el contenido.
Como ya te dijimos, uno de los principales beneficios es que, como los discos menstruales no se quedan en el canal vaginal, sino que se asientan en la base del cuello uterino (como un diafragma), son ideales para tener sexo en tus días: mientras esté puesto correctamente, ni tú ni tu pareja lo sentirán siquiera. Claro, si tienen sexo muy rudo o el miembro de tu pareja es demasiado grande, la cosa podría ser diferente.
Te recomendamos leer: 4 tips para tener sexo mientras estás en tus días
Respecto a la reducción de dolores menstruales, Flex, la marca de uno de los discos menstruales más populares, afirma que ayuda a reducir los cólicos debido a que el disco llega a la parte más ancha de la vagina. Aunque no hay evidencia científica que sostenga esto, muchas mujeres afirman en sus reseñas que experimentan menos dolor al usar discos menstruales en lugar de tampones o toallas. Al final, será cosa de que los pruebes y decidas si a ti te resultan cómodos y te convienen.
¡Hazte Kinky!
Te podría interesar: El cuidado de la piel en cada etapa del ciclo menstrual