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¿Alguna vez imaginaste que existiera un país en donde la eyaculación y el orgasmo femenino fuera de vital importancia? Suena a mito, ¿cierto? Pues déjanos decirte que ese país sí existe y se llama Ruanda. Tal como lo presenta el documental “L’eau sacrée” (Agua Sagrada), del director Olivier Jourdain, hacer terminar a una mujer resulta la mejor forma en la que un hombre puede demostrar su virilidad, convirtiendo este acto en una cuestión de honor.
Además, se considera que la eyaculación y el placer femeninos están relacionados con la prosperidad y la abundancia de la naturaleza, principalmente al abastecimiento y fluidez de los ríos, lagos y todo aquello asociado con el agua, por ende hacer eyacular a una mujer es un regalo de los dioses.
Aquí les mostramos el trailer de este interesante documental.
En él se muestran las profundidades, técnicas y secretos que conlleva la tradición conocida como Kunyaza, que significa “El arte de hacer brotar agua sagrada del cuerpo femenino”. Esta técnica convertida en leyenda a lo largo de las generaciones, puede ser considerada un mito, sobre todo en occidente, puesto que imaginar a hombres aprendiendo sofisticados métodos y formas de llevar a una mujer al máximo orgasmo, no es algo que se vea todos los días, sin embargo, para la cultura y las costumbres de las comunidades en Ruanda, resulta de vital importancia.
Como parte de dicha práctica, cuando una pareja se casa, se le regala un tapete elaborado en hoja de plátano, el cual es colocado debajo del colchón para que brinde al matrimonio muchas noches de orgasmos. Pero, ¿Cómo lograrlas?
La estimulación de las zonas erógenas mediante movimientos circulares es la mejor forma de hacer brotar este preciado líquido, pasando de la fase no penetrativa a una excitante y erótica penetración progresiva con la finalidad de activar al máximo las paredes vaginales. Aquí puedes aprender un poco más acerca de cómo y dónde tocarla.
Relajarse y dejar que el hombre erotice, estimule y brinde intensas sesiones de placer, es una tradición a la que están acostumbradas la mayoría de las mujeres ruandesas, así que ¿cómo ves? ¿te animas a visitarlo?
¡Atrévete y Hazte Kinky!
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