La Inyección Anticonceptiva masculina: ¿machismo en el siglo XXI?

La creación de una inyección Anticonceptiva Masculina sin duda alguna representa un gran avance no sólo médico sino también a nivel social, pues la responsabilidad como pareja -que hasta el día de hoy recae casi exclusivamente en la mujer- para tener control sobre un embarazo no deseado podría comenzar a ser equitativa en todo el concepto de la palabra.

Recientemente un grupo de científicos lograron crear un anticonceptivo inyectable masculino con una eficacia del 96% -igual que el condón- y que fue probado en 320 hombres entre los 18 y 45 años, sin embargo, la investigación fue detenida debido a los efectos secundarios que afectaron al 3% de los varones involucrados, de acuerdo al diario británico The Independent.

Dicho estudio reveló que 20 hombres participantes tuvieron padecimientos secundarios tales como mareo, náuseas, acné, cambios de humor y por supuesto en la libido, siendo ese el motivo por el cual se detuvo el estudio, lo cual llama la atención porque esos mismos síntomas experimentan la mayoría de las mujeres en el mundo con métodos de control natal hormonales.

Incluso la Organización Mundial de la Salud declaró que “el estudio descubrió que es posible tener un anticonceptivo hormonal para hombres que reduzca los embarazos no planeados en la pareja del hombre que la use” entonces, si la máxima autoridad directiva y coordinadora de la acción sanitaria en el sistema de las Naciones Unidas se pronuncia ante el funcionamiento correcto de esta sustancia salta a la vista una pregunta importante: ¿por qué detener el avance médico y social por síntomas que el llamado sexo débil experimenta desde la década de los 60`s?

En letskinky.com impulsamos una sexualidad sana, sin tabúes, ni etiquetas que limiten tu plenitud, este ejemplo que sin duda tendrá un efecto a nivel mundial, es una muestra más de que en pleno siglo XXI la concepción sigue inclinándose favorablemente para el sexo masculino, romper paradigmas sociales no es tan sencillo cuando es visto desde una forma tan unilateral.

Anímate a hacer la diferencia y platica con tu pareja acerca de cómo se siente frente a la responsabilidad prácticamente obligatoria de cargar con el control de embarazo no deseado, porque una cosa es que ambos “compartan” la decisión y otra muy distinta es ser quien absorbe toda la responsabilidad física sobre esa decisión “en pareja”.

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