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Sabemos que te gustaría saber que al menos algunas áreas de tu cuerpo se pueden librar de las inclemencias del envejecimiento, pero un día te darás cuenta que “tu mejor amigo” también envejece. No imagines que te levantas una mañana y te das cuenta de que es diferente, más bien se trata de un proceso gradual, sin embargo, a partir de los 40 años, los cambios se hacen más notorios. Después de los 40, los niveles totales de testosterona pueden caer.. Pero el cuerpo lentamente comienza a producir una proteína que se adhiere a la testosterona en la sangre y reduce la cantidad que el cuerpo tiene disponible para usar.
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A medida que estos niveles disminuyen notarás los siguientes cambios:
Color
La circulación se ve afectada con el paso de los años, esto afecta no solo la presión arterial y la salud cardíaca, también la apariencia del pene y su capacidad para ponerse erecto. Con menos sangre fluyendo a través del pene, es posible que la punta o el glande pierdan el color rosa violáceo que tenía cuando eras más joven.
Tamaño
El pene tiende a reducir sus dimensiones a medida que pasa el tiempo, esto es el resultado de la disminución del flujo sanguíneo y la concentración de testosterona. Cuando una persona tiene entre 60 y 70 años, puede perder de un centímetro a un centímetro y medio de longitud. Esto también puede suceder si tienes peso excesivo en el vientre, pues el pene parecerá más pequeño (sin ser realmente más pequeño) ya que este comienza dentro del cuerpo y, si tienes grasa abdominal baja, esta se extiende sobre la base del pene haciendo que parezca más corto.
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Sensibilidad
La testosterona ayuda al correcto funcionamiento del sistema nervioso, por esta razón,cuando tus niveles comiencen a decaer, notarás una disminución de la sensibilidad, lo que dificulta la meta de alcanzar el orgasmo, esto también causará que las erecciones no sean tan firmes.
Fallas urinarias
Los problemas urinarios están relacionados directamente con la salud de la próstata. Esto afecta al 20% de los hombres en sus 40 años, del 50% al 60% en sus 60 y del 80% al 90% en sus 70 y 80 años.
Ante esto, te compartimos unos tips preventivos:
- Mantener un peso saludable.
- No permanecer mucho tiempo sentado, ya que esto ejerce mucha presión sobre la próstata.
- Ejercitarse varias veces a la semana para mantener el tono de los músculos del piso pélvico. Trotar o caminar a paso ligero hará el truco.
- Tomar zinc y selenio.
- Limitar el consumo de alcohol. El alcohol aumenta la conversión de testosterona en estrógeno y aumenta la inflamación prostática.
- Eyacular varias veces a la semana para limpiar el área.
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Disfunción eréctil
La disfunción eréctil puede afectar tanto a hombres jóvenes como a hombres mayores, pero se vuelve más común con la edad. Es posible que los vasos que llevan sangre hacia adentro y hacia afuera del pene dejen de funcionar adecuadamente. Dado que el pene es un músculo que requiere grandes cantidades de sangre, la pérdida del flujo sanguíneo puede afectar la capacidad del hombre para obtener y mantener una erección fuerte.
En el mercado existe una amplia gama de medicamentos para ayudar con la disfunción eréctil, pero dado que algunos hombres que tienen problemas de circulación también tienen problemas cardíacos a medida que envejecen, no pueden usar medicamentos de manera segura, como el Viagra.
Recuerda que los cambios en los órganos sexuales y la sexualidad son una parte normal del envejecimiento. Nuestro mejor consejo es que hables con su médico si es que los cambios relacionados con la edad están afectando tu vida y tus relaciones. El tratamiento efectivo es de gran ayuda para que tengas una vida plena.
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