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En estos tiempos que corren, seguramente has escuchado o leído en algún lado frases del tipo: “hay que romper con los mitos del amor romántico”, “la idea del amor romántico es tóxica”, “hay que renunciar a los preceptos del amor romántico”. El problema es que mucha gente repite las frases de moda sin realmente entender de qué van o a qué apuntan, y es justamente el caso de todo lo que se refiere al concepto “amor romántico”.
Por eso el día de hoy vamos a platicarte de forma concisa por qué se critica tanto este concepto y qué significa exactamente alejarte de él. Por una comprensión errónea del término “romántico”, mucha gente cree que el amor romántico es igual a regalar flores, festejar San Valentín, dedicar canciones o llenar la cama de pétalos de rosas. Estos gestos pueden ser clichés, pero NO son lo que se pretende evitar al abandonar el amor romántico.
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¿Qué es el amor romántico?
Así que empecemos por definir esto. Como lo explica el excelente psicólogo Jaime Gama, el amor romántico tradicional implica la creencia de que hay una forma “correcta” de amar: “nos enseñan que hay una serie de requisitos preestablecidos de lo que debemos entender como ‘amor’. Desde la idea básica de que nuestro único y verdadero objetivo en esta vida es encontrar el amor hasta pensar que tenemos un límite de tiempo para encontrarlo.”
Entonces, el amor romántico se refiere a todo eso que social e históricamente se ha establecido como la “forma correcta” de amar y relacionarnos en pareja. Todo ello, impuesto en forma de preceptos que “debemos” seguir si queremos ser felices, es lo que se conoce como los mitos del amor romántico. A continuación te compartiremos los principales mitos y por qué pueden llegar a ser perjudiciales en una relación.
Los principales mitos del amor romántico
1. La media naranja
En este mito se nos dice que ahí afuera en el mundo hay UNA persona (en inglés se dice mucho “The one”) que es nuestro complemento perfecto, que está hecha a nuestra medida y, cuando la encontremos, todo funcionará perfecto. Esta idea implica dos cosas terribles: uno, que estamos “incompletos” hasta que encontramos al otro; dos, que solo hay una persona para nosotros, que básicamente es ESA persona o nadie.
2. La pareja como objetivo de vida
Este mito nos ha hecho creer que nuestro principal -y a veces único- objetivo en la vida es encontrar a la pareja “ideal” y que todo lo que hacemos está encaminado a encontrarla. Esta idea tiene varias fallas esenciales: para empezar, menosprecia otros aspectos de la vida, como el trabajo, los amigos, la espiritualidad, etc.; para seguir (y lo más grave de todo) implica que quien no ha encontrado a su “verdadero amor” ha fracasado como ser humano.
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3. La fidelidad como única vía
Y, por supuesto, uno de los mitos más afianzados es el que tiene que ver con la fidelidad. Esto implica que, si encontraste a tu “media naranja”, esta tiene por fuerza que satisfacer todos tus deseos y necesidades (y tú los suyos). Sentir deseo sexual por otras personas significaría que se acabó el amor. Esta idea va muy de la mano con la noción de posesión: el otro es exclusivamente mío y yo soy exclusivamente suyo, como si fuéramos cosas que se poseen.
Y si te das cuenta, la vida a nuestro alrededor está construida en gran medida con base en esos mitos: los comerciales, la industria de la moda, e incluso buena parte de la industria del sexo se aprovechan de estas creencias para vendernos la felicidad. Por lo tanto, romper con el amor romántico no quiere decir que dejes de regalar flores, sino que revises si esto que nos han dicho que “debe ser” realmente funciona o no para ti, que tú elijas conscientemente lo qué quieras y no que el sistema haya elegido por ti.
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