En términos estrictos, la ninfomanía es un trastorno femenino, ya que el vocablo proviene de las palabras ninfa – deidad femenina griega – y manía – locura o furor –. Esta es la razón por la que muchos expertos, para describir el apetito sexual exagerado y compulsivo, prefieren utilizar el término hipersexualidad, pues así se abarca tanto el género femenino como el masculino.
En general, los especialistas tienden a considerar la hipersexualidad ya sea como una adicción o un trastorno del espectro obsesivo-compulsivo; pero, en cualquiera de los dos casos, se trata de un problema de orden psicológico por lo que puede y debe ser tratado por expertos en salud mental, de otra forma el paciente puede desarrollar graves sentimientos de culpa y odio hacia sí mismo.
Ahora bien, es importante no confundir promiscuidad o altos niveles de libido con un trastorno de hipersexualidad; éste último, como cualquier trastorno del comportamiento, requiere de una evaluación para ser diagnosticado, en ella se deberá identificar si la persona siente que sus impulsos sexuales están fuera de su control y afectan de forma significativa su vida y su cotidianeidad.
Las conductas sexuales consideradas excesivas pueden manifestarse concretamente de muchas maneras: tener relaciones de alto riesgo sin detenerse por ello, depender de la pornografía, utilizar el sexo como vía de escape ante la soledad o tristeza, masturbación en abundancia, etc. En todos los casos, sobresale la realización de esas actividades en cantidad tal que no permite a la persona llevar una vida normal.
También es común que los hipersexuales comiencen a tener problemas familiares, laborales y económicos, ya que muchos recurren a la contratación frecuentísima – incluso de varias veces por semana – de servicios como escorts, trabajadores sexuales, líneas eróticas, páginas sexuales de paga… lo cual absorbe en buena medida sus ingresos y los lleva incluso a faltar a sus compromisos. En resumen, su vida gira en torno al sexo y éste se vuelve un pensamiento obsesivo.
Cuando se trata de salud mental, este trastorno no suele ser muy mencionado, se tiende a hablar sobretodo de enfermedades más “graves” como esquizofrenia, depresión o trastornos bipolares; sin embargo, quienes padecen de hipersexualidad pueden sufrir mucho y realmente llegar a sentir que no desean vivir de esa forma, por lo que es vital que no se menosprecie esta enfermedad y sea tratada en serio y a tiempo.
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