Últimamente hemos vivido como sociedad una especie de “boom” de técnicas y métodos para intensificar el placer sexual. Resulta interesante observar que, dentro de estas técnicas, la mayoría aconsejan cómo asegurar el orgasmo femenino; pareciera que asistimos, como sociedad y como hombres, a una nueva conciencia de la importancia del placer femenino y de que éste requiere, a veces, más esfuerzo del que pensábamos.
Así pues, en este mismo portal te hemos compartido métodos como el Kunyaza o el Noruego para que aumentes tu repertorio de técnicas sexuales, y en esta ocasión te damos una herramienta más: se trata del Peaking, una “fórmula mágica” que, según la sexóloga británica Tracey Cox, privilegia la paciencia y el tiempo por encima de la fuerza o el “virtuosismo” de la pareja. ¿Listo para conocerla?
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El nombre de la técnica proviene del término en inglés “peak” que significa “pico” o “cumbre”, refiriéndose por supuesto al orgasmo. La idea principal es “jugar” con el momento de llegada del orgasmo, es decir, retrasarlo varias veces cuando esté a punto de llegar para que, cuando por fin lo dejes llegar, llegue con toda la intensidad del mundo, es como esquivar el placer para permitir que crezca.
La terapeuta sexual Nathalie Giraud Desforge lo describe de forma muy bella y con imágenes que dejan muy clara la idea del Peaking, dice que es como surfear en la ola del orgasmo: “no se trata de restringirse, sino más bien de navegar por la cresta de la onda orgásmica y retrasar la fase resolutiva”, o sea, mantenerse en el juego y la estimulación el mayor tiempo posible sin “permitir” que la mujer llegue al clímax.
Obviamente, te imaginarás que no es tan fácil hacerlo, pues normalmente solemos ser desesperados -tanto hombres como mujeres- y queremos tener el orgasmo en cuanto lo sentimos cerca, como para evitar que “se pierda”. Pero según el Peaking, esto es como si pensáramos “mejor aseguro un orgasmo mediocre en vez de arriesgarme y trabajar por un orgasmo (o varios) fuera de este mundo”.
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Entonces, practicar el Peaking y “dominar la escalada orgásmica requiere, ante todo, ser consciente de ella”; es decir, como hombre tienes que estar muy pendiente de los signos corporales que indican que tu pareja está a punto de venirse para, en ese momento, dar un paso atrás. También ayuda muchísimo la comunicación durante el encuentro sexual: si no eres tan observado, pídele a ella que te diga cuando esté a punto del clímax.
El Peaking es una variante de la meditación orgásmica y el “slow sex”, ya que requiere concentración, tiempo y nada de prisas. Y así como la meditación, puede que al principio no sea fácil, puede que no veas resultados la primera o segunda vez, pero créenos, si eres paciente y perseveras, puedes llevar a tu chica al séptimo cielo y descubrirán ambos sensaciones nuevas que ni se imaginaban que existían.
¡Atrévete!
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