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El pegging es la práctica que tiene una pareja heterosexual, en la cual la mujer penetra al hombre con un arnés o “strap-on”. Obviamente, a muchos hombres les da pavor, pero hoy en día ya se están deconstruyendo prejuicios y se están construyendo nuevas masculinidades más sanas y menos frágiles, por lo que ya hay una buena cantidad de chicos que aceptan experimentar con esto y que, además, lo disfrutan.
Por supuesto, intentar esta práctica es casi exclusivo de parejas que tienen una base de buena comunicación y buscan una nueva vía para explorar. El pegging ofrece un nuevo mundo de estimulación para él y una maravillosa oportunidad para el juego de roles y el intercambio de poder en el que la mujer se vuelve la “activa” y dominante. Así que si es algo que te interesa, aquí te dejamos una guía básica que podría ayudarte a ti y a él.
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1. Antes que nada, háblenlo
La penetración anal de cualquier tipo requiere mucha comunicación; nunca la intentes si no han hablado antes de ello. Quizá alguna vez has intentado juguetear en la zona y notas que se resiste; entonces es posible que le dé miedo o no se sienta listo. Quizá has jugueteado y ves que le gusta la idea. En cualquiera de los dos casos, siéntense y platiquen sobre la posibilidad de practicar el Pegging; hazlo sentir seguro y en confianza.
2. Exploren juegos anales previamente
Si nunca han tenido juegos anales (con el dedo o con juguetes) es muy probable que la idea de la penetración con un arnés lo saque muchísimo de onda (es como ir de cero a diez); así que antes de eso comienza a jugar con tus propios dedos y con mucho lubricante. Si todo va bien con los dedos, entonces puedes experimentar con un masajeador de próstata para ver cómo se siente y si le gusta o no.
3. Conoce su anatomía
Tienes que saber cómo estimular su próstata, ya que no solo se trata de meter el dedo y ya. La próstata es muy sensible y puede proporcionarle orgasmos muy intensos; para localizarla, tienes que pedirle que se acueste boca arriba, en esa posición, introduces tu dedo índice con la palma hacia arriba y, ya adentro, levantas el dedo como si quisieras tocar su ombligo por dentro. Esa es la parte más sensible y que le causará más placer.
4. Compra tu equipo y pruébalo
Si ya se animaron a probar la penetración completa, entonces necesitas comprarte un arnés o Strap-on de calidad y que te sea cómodo; así como un dildo que tenga el tamaño adecuado para que él lo disfrute. A la hora de comprar tu arnés, toma en cuenta que sea de tu tamaño y que el material sea suave y de calidad; para el consolador, checa que se pueda ajustar perfectamente al arnés para que no se ande cayendo, además, piensa que no tiene que ser muy grande, pues la próstata se estimula a pocos centímetros del ano.
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Obviamente, no olvides comprar condones y mucho lubricante. Una vez que tengas todo tu equipo en casa, pruébalo tú sola antes de que estés con él. Ponte el arnés y el consolador, checa cómo te sientes, cómo se mueve y que no se caiga. Intenta moverte, bailar y caminar con todo puesto; esto te ayudará a acostumbrarte a la sensación y a aprender cómo tus movimientos de cadera hacen que el consolador se mueva.
5. Déjalo que él lleve el ritmo
Finalmente, cuando ya llegue el momento, recuerda que, primero que nada, debes preparar su ano masajeándolo y quizá introduciendo tus dedos (no quieran meter el dildo de inmediato). Coloca mucho lubricante y pon suavemente la punta del consolador contra el ano; no intentes empujarlo ni forzarlo, deja que él se relaje y tome el consolador y lo vaya introduciendo a su ritmo. Una vez que el consolador esté dentro de él, evita los movimientos rápidos, deja que él se mueva y tú sigue su ritmo.
¡Hazte Kinky!
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